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Alguno de ellos han redactado las denominadas «Declaraciones pro bono» que manifiestan el compromiso ético y profesional de promover el bien común a través de los servicios jurídicos pro bono.

Los centros de coordinación pueden utilizar el acto de la firma de una declaración como medio para contactar con los despachos y que éstos muestren públicamente su compromiso, así como para promover el conocimiento del centro de coordinación.

Igualmente, se puede realizar una encuesta tanto a Abogados como a organizaciones del tercer sector, sirva como modelo la realizada por Fundacion Mas que Derecho, cuyos resultados fueron mas que interesantes para empezar a trabajar en la difusión de este voluntariado jurídico. Esta encuesta también es otra forma de llegar a los bufetes y evaluar su interés en la materia. Una encuesta bien elaborada permitirá conocer el tipo de trabajo pro bono en el que pueden estar interesados los despachos de abogados.

Otro método es la creación de un consejo asesor pro bono para el centro. El consejo asesor puede estar formado por los coordinadores pro bono o socios destacados de los despachos que ayudarán a dirigir la tarea de mantener y desarrollar sus vínculos con los despachos locales y socios financiadores. Además de abogados, el consejo asesor puede estar formado por jueces y altos cargos de las organizaciones con las que colabora el centro.

El centro de coordinación es quien debe decidir si trabaja sólo con los despachos de abogados o también con abogados individuales. Independientemente de cuál sea esta decisión, el centro coordinador debe asegurarse de que los abogados cuentan con los conocimientos y seguros adecuados y, cuando proceda, debe llevar a cabo la supervisión necesaria para garantizar que el trabajo pro bono se realiza con el mismo grado de profesionalidad que otros trabajos jurídicos remunerados y que cumple con todas las normativas locales.

Como debe de ser la comunicación entre abogado y cliente.

Es un tema delicado y muy importante donde ambas partes necesitan construir una relación de confianza y respeto.

Los centros de coordinación deben procurar que entre abogados y clientes exista una comunicación buena y eficaz.

Qué es el Pro Bono y por qué Pro Bono?

Los clientes pro bono suelen tener menos experiencia en el trato con los abogados que otros clientes comerciales por lo que es necesario que los abogados pro bono desarrollen nuevas habilidades para conseguir una prestación de servicios adecuada.

Pueden servir de ayuda a los abogados pro bono los siguientes consejos:

  • Explicar la naturaleza de la relación abogado-cliente.
  • Gestionar adecuadamente las expectativas del cliente; para ello habrán de explicar con claridad el alcance de su trabajo, cómo se sucederán los acontecimientos y cuáles son las perspectivas de éxito.
  • Hablar desde un primer momento de gastos y honorarios para que el cliente confirme que el trabajo se hará sin coste alguno para él.
  • Poner en conocimiento del cliente que toda la información que le proporcione será tratada de forma confidencial.
  • Adoptar cierta flexibilidad con los horarios de las reuniones.
  • Solicitar, en la primera reunión o con antelación, al cliente toda la documentación que precise, incluido todo el papeleo relevante.
  • No olvidar la situación económica del cliente procurando evitarle gastos.
  • Animar al cliente a que les trasmita cualquier duda que le surja.
  • Tratar de encontrar un sustituto adecuado cuando por algún motivo no se pudiera seguir prestando los servicios.

El centro coordinador considerará cuál es la mejor manera de explicar a los clientes todo lo que deben saber para trabajar adecuadamente con los abogados pro bono, ya que muchos particulares y miembros de organizaciones nunca antes han trabajado con un abogado.

Es importante que los clientes entiendan que hay ciertos requisitos legales que los abogados deben cumplir y que por esta razón se ven obligados a pedir a sus clientes determinada información y documentos. Los clientes deben saberlo y colaborar en todo lo que puedan para que la comunicación entre las partes sea la correcta y así conseguir buenos resultados.

Algunos centros, una vez identificado el cliente con un problema legal y localizado el abogado adecuado para llevar el caso, exigen que una o ambas partes firmen un acuerdo. Este acuerdo recoge, generalmente, los términos y las condiciones del servicio pro bono prestado por el centro y por los abogados al cliente. Con la firma de este acuerdo se consigue establecer un consenso acerca de las formas y expectativas de todos los que reciben la ayuda del centro.

Otros centros, piden a los abogados que rellenen un formulario de registro de una sola página que incluye la información de contacto, confirma el interés del abogado en el trabajo pro bono y evalúa su disponibilidad.

Cuando se utilicen este tipo de acuerdos o contratos es conveniente que sean breves, sencillos y de fácil comprensión.

Una vez que el centro de coordinación ha aceptado la petición de ayuda de un determinado cliente, la solicitud de asistencia jurídica va a pasar por tres fases:

  • Evaluación.
  • Elaboración.
  • Distribución y asignación.

Generalmente las personas y organizaciones que solicitan ayuda a los centros de coordinación no están familiarizadas con los procedimientos y conceptos jurídicos, por tanto, ha de ser el centro coordinador el encargado de evaluar las necesidades legales de las personas que solicitan ayuda y presentar la solicitud de asistencia jurídica en un lenguaje jurídico apropiado. E, igualmente, debe ser el centro el que remita la solicitud a otra organización si la petición no entra dentro del ámbito de su asistencia jurídica, para ello es importante mantener una buena red de contactos.

La solicitud debe estar redactada de forma clara, concisa y con detalle para que el abogado pueda entender rápida y fácilmente lo que el cliente solicita.

En la solicitud han de aparecer reflejados los siguientes contenidos:

  • Motivos por los que se solicita la asistencia jurídica.
  • La importancia del asesoramiento jurídico.
  • Justificación descriptiva de que el cliente reúne los criterios fijados por
  • el centro de coordinación para ser considerada su petición un asunto pro
  • bono.
  • Breve descripción del servicio que se solicita.
  • Identificación del cliente, siempre que sea posible (puede que sea necesario mantener su anonimato).
  • Relación de otras entidades que colaboran en el caso –si las hubiera– y su función.
  • Duración del trabajo.
  • Tipo de abogado que se precisa.
  • Tratamiento que se va a dar al producto final del asesoramiento prestado y su utilidad para el cliente.

Siguiendo estos consejos las garantías para el éxito de la acción están aseguradas.

En el próximo post hablaremos de cómo distribuir y asignar las solicitudes, la remisión y seguimiento del asunto pro bono, así como la importancia de la evaluación de resultados.

Recomendamos que conozcan los Centros Coordinadores de Pro Bono, ya operativos en nuestro entorno más cercano incluyendo Portugal por reunir condiciones muy similares por cultura y cercanía.

Para conocer más acerca del pro bono, el lector puede descargar nuestra guía Conexión Pro Bono. Y si está interesado en contarnos su experiencia relacionada con actividades pro bono este es su sitio, le esperamos.

m.benavides@fundacionmasquederecho.org




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