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Por: Andrés Garvi Carvajal  y Mercedes Núñez Avilés. Fotografías: Chika Oduah

De las lujosas avenidas de Nueva York a ser testigo de las miserias y también vitalidad de los nigerianos. A los 24 años, Chika Oduah sacó un billete -sólo de vuelta- desde Estados Unidos para regresar a la tierra de sus antepasados y denunciar el ancestral machismo existente en Nigeria, un país poblado por 160 millones de personas. Nigeriana a todos los efectos, Chika Oduah, licenciada en periodismo y antropología, inició su labor informadora con la idea de evitar que la violencia se convirtiera en el objeto de su trabajo, pero se encontró de frente con la brutalidad de la guerrilla islámica de Boko Haram, un ejército integrista formado por cerca de 10.000 terroristas que lleva desde principios de siglo sembrando el caos en el norte del país africano. Sus reportajes sobre la crueldad del secuestro de 276 estudiantes de secundaria -el 14 de abril de 2014- de una escuela pública a plena luz del día se publicaron en los diarios americanos de mayor tirada y alertaron a la opinión pública mundial del salvajismo de la guerrilla integrista. Más de 200 de las secuestradas siguen desparecidas, la mayoría obligadas a casarse con los guerrilleros o vendidas como esclavas, pero todas “convertidas” al islam.

 
  • ¿Qué le motivó a abandonar una vida cómoda en EEUU para regresar a Nigeria, país de sus antepasados y que sufre la violencia del islamismo radical?

El objetivo y la motivación que me llevaron a cambiar mi residencia de Estados Unidos a Nigeria en 2012 fue conocer mejor mi país de origen. Quería vivir allí, interactuar con su gente y compartir las mismas experiencias que viven a diario los nigerianos.

  • Viajó disfrazada por el Estado de Borno (noroeste de Nigeria) donde se esconde la guerrilla islámica Boko Haram ¿Cómo fue su experiencia con la guerrilla?

La insurgencia de Boko Haram es inusual porque no hay un campo de batalla claro. Los insurgentes no respetan las normas de la guerra y la lucha se extiende a áreas urbanas, mercados, colegios, lugares de culto… Es impredecible y muy difícil de combatir.

La insurgencia te hace ser desconfiado. En la actualidad, viajar al noroeste de Nigeria, especialmente desde los últimos 5 o 7 años, te genera cierta paranoia porque no sabes si el hombre que te está vendiendo un trozo de carne a la brasa en un puesto es un miembro de la guerrilla, o si la mujer que te ofrece nueces es una espía para ellos. Es una situación tan inestable que te obliga a no bajar nunca la guardia y esto supone tener contactos locales en los que poder confiar.

  • ¿Cómo valora la actitud de las mujeres que viven en la zona de influencia de Boko Haram?

Las mujeres que viven en el noreste de Nigeria, donde más golpea la violencia de Boko Haram, son muy fuertes. Están haciendo todo lo que pueden para sobrevivir y cuidar de sus hijos. Muchas de ellas denuncian públicamente los métodos de la guerrilla y consideran que el grupo es contrario al Islam. Necesitan más apoyo, y no se cansan de pedir al Gobierno nigeriano asistencia médica y económica para seguir adelante.

  • En abril de 2014, Boko Haram secuestró a 276 alumnas de una escuela pública ¿Cómo pudieron ocurrir estos hechos inhumanos a plena luz del día?

Esta es una pregunta que todavía debe ser contestada. Hay múltiples respuestas y hay mucha especulación, pero evidentemente, sabemos que el Gobierno, tanto el local como el federal, no fue capaz de proteger la escuela, a pesar de que era estatal. Fue un fallo colosal a nivel gubernamental.

  • ¿Cuál ha sido el destino de estas chicas secuestradas?

Algunas lograron escapar y están ahora en otros lugares de Nigeria o en otros países, sobre todo Estados Unidos. Otras se han reunido con sus familias, pero la realidad es que no sabemos nada del paradero y la suerte de la mayoría de ellas. Lo que se cree es que siguen en manos de Boko Haram o que han sido vendidas como esclavas o como esposas.

  • ¿Cree que los problemas actuales que sufre África tienen su origen en la colonización?

Hoy en día, no hay duda sobre ello. África todavía está luchando para revertir las consecuencias del colonialismo. Aunque algún gobierno africano intente reforzar la sociedad democrática, construir infraestructuras modernas y tener relevancia en la política internacional, muchos todavía están influidos por la historia de opresión brutal bajo la minoría blanca. Muchos gobiernos mantienen influencias de las antiguas metrópolis, unidos como por un cordón umbilical con Francia, Portugal o Reino Unido, pero cada vez más africanos piden que ese cordón se corte de una vez.

Hay demasiados países que aún dependen de la ayuda económica de sus antiguos Estados colonizadores y, en algunos casos, éstos tienen demasiada influencia en el desarrollo de los países africanos, consiguiendo para sus empresas nacionales contratos en inversiones, extracciones de materias primas y proyectos de infraestructuras.

  • ¿Qué desigualdades ha producido el colonialismo en África?

El colonialismo también tiene un efecto psicológico en muchos africanos. Queda de manifiesto en situaciones como que un europeo puede entrar en un banco en Namibia sin necesidad de esperar cola, o que un hombre blanco en Sudáfrica entre en un restaurante y los camareros vayan inmediatamente a atenderle, aunque haya otros clientes negros que estén esperando antes. O que un británico alojado en un complejo de Mombassa no tenga que cumplir las normas impuestas para el resto, como ir sin camiseta y descalzo, o fumar en lugares vetados. O cuando un francés en el aeropuerto de Dakar recibe un trato especial. O cuando una trabajadora marroquí de éste aeropuerto contesta de forma maleducada a una mujer negra pero ofrece una sonrisa a una mujer rubia y de ojos claros que le pregunta lo mismo.

Los privilegios para los blancos siguen presentes en África. Lo he visto demasiadas veces, y es muy doloroso. El colonialismo impuso la idea de que lo africano, la piel oscura, es salvaje y poco recomendable.

  • ¿Cuáles son las medidas necesarias para evitar que las jóvenes caigan en las redes de explotación sexual que las llevan a Occidente?

La explotación sexual es un problema muy acuciante con los tentáculos muy largos. Nigeria es de los primeros Estados del mundo en la lista de países de origen de las chicas que terminan como trabajadoras sexuales en Europa. En particular, muchas de las chicas vienen del sur del país, de un estado llamado Edo.

  •      ¿Cómo puede el Gobierno de Nigeria frenar esta situación?

Es hora de que el Gobierno de esta región impulse campañas para informar a las familias, y que no permitan que sus hijas vayan al extranjero cuando las circunstancias de este viaje sean sospechosas. Esta campaña tiene que llegar lo más lejos posible, implicar al ministerio de Salud, Educ

ación y Mujer, e incluso a actores famosos para apuntalar el mensaje. Es necesaria la intervención de los poderes públicos para parar esto.

  • A pesar de todas las desgracias, la población de Nigeria siempre tiene una sonrisa ¿Tiene esperanza en que mejore el futuro de Nigeria?

A los nigerianos les gusta definirse como gente feliz. Utilizan la religión como una fuente de bienestar y son muy resolutivos. Por ejemplo, el gobierno no ha sido capaz de proveer electricidad a todo el mundo, así que ellos compran su combustible, sus generadores, transformadores y, en los últimos tiempos, paneles solares, y así la consiguen. El Gobierno no ha sido capaz de equipar de forma adecuada las escuelas públicas y las universidades, así que las organizaciones nigerianas y los ciudadanos de forma individual construyen sus propias escuelas privadas. Las asociaciones de vecinos arreglan ellos mismos los baches de las carreteras… Los recursos ilimitados de los nigerianos nunca dejan de sorprenderme. Pero la pregunta es, ¿en realidad son felices o, como dice el músico nigeriano maestro Fela Kuti, sufren y a pesar de todo sonríen?

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