Ambas entidades se han dirigido tanto a la Generalitat valenciana (Conselleria de Agricultura, Ramaderia i Pesca) como al Ayuntamiento de Onda después de tener conocimiento de que en el programa de fiestas de la localidad castellonense está prevista para el sábado 28 de octubre una actividad denominada “Entrada de trashumancia”. En sentido estricto, y según se ha comprobado en ocasiones anteriores, se trata de "una recreación de un encierro taurino donde participan niños y niñas corriendo delante de una manada de reses de raza avileña, creándose una situación de peligro y riesgo para su integridad física", señalan.
Peligrosa y sin cobertura legal
Las dos entidades solicitantes advierten de la ilegalidad de dicha actividad, que no solo no tiene ninguna cobertura legal, sino que vulnera la normativa de protección de la infancia y la adolescencia y entra en contradicción con la legislación de protección animal.
"La actividad denominada 'Entrada de trashumancia' es contraria al art. 70.1 de la Ley 26/2018, de 21 de diciembre, de la Generalitat, de derechos y garantías de la infancia y la adolescencia, que prohíbe a las personas menores de edad participar y asistir a espectáculos cuyo reglamento contemple la producción de daños físicos o psíquicos sobre personas o animales o puedan implicar riesgos para la salud o seguridad del menor", indican las entidades denunciantes. "Es fácilmente comprobable cómo ambos bienes a proteger, la salud y la seguridad de las niñas y niños, se ven gravemente comprometidos en actividades con animales vivos astados que, además, escapan al control de la legalidad al carecer de reglamentación".
Fraude de ley y sin las mínimas medidas de seguridad
Cobra especial importancia aquí el hecho de que en la Comunidad Valenciana no se permite la participación de menores de 16 años en los festejos taurinos o “Bous al carrer”. Así lo dispone el artículo 36 del Decreto 31/2015, de 6 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento de festejos taurinos tradicionales en la Comunitat Valenciana. "La celebración de esta actividad persigue un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, por lo que se puede afirmar que estamos ante un claro fraude de ley", alertan.
A efectos prácticos, si bien el permiso emitido por la Consellería es para una exhibición trashumante, la actividad se convierte en un encierro de reses con menores de edad, prohibido por la norma autonómica. Es especialmente grave que, al no considerarse esta actividad como el festejo taurino que es, su celebración se realiza en ausencia de todos los requisitos de seguridad, como la falta de servicios e instalaciones sanitarias o la figura “director del festejo” que ostenta funciones de vigilancia.
La realización de esta actividad tampoco está en consonancia con la Ley 2/2023, de 13 de marzo, de protección, bienestar y tenencia de animales, que califica como infracción grave utilizar animales en espectáculos y otras actividades que impliquen maltrato. De todos es sabido que los festejos taurinos están excepcionados de las leyes de protecció animal porque el maltrato animal es inherente a los mismos. Como el desarrollo del espectáculo que se pretende llevar a cabo se sostiene sobre los mismos componentes que los encierros taurinos, cabe esperar que el animal también sufra padecimientos, lo que debería quedar prohibido también en aplicación de dicho cuerpo legal.
Por todas estas razones, tanto INTERcids como AVADA reclaman que se cancele esta recreación de un festejo taurino que pone en riesgo la integridad y la salud de menores de edad, amparados por la normativa de infancia y la adolescencia y la misma normativa taurina que se pretende burlar.
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