El Tribunal Supremo ha rechazado la demanda del socio de una sociedad gastronómica de Vitoria que exigía a otros nueve miembros 1.150 euros a raíz de que le llamaran la atención por dejar, en 2014, el fregadero con utensilios sucios, reprimenda que él interpretó que vulneraba su derecho al honor y la dignidad.
Cuatro años más tarde, en 2018, el amonestado presentó una demanda que fue desestimada en los Juzgados de Vitoria, concretamente en Primera Instancia 3. El fallo fue recurrido ante la Audiencia Provincial, cuya Sala Civil desestimó íntegramente su recurso en 2020.
A continuación, el litigante pidió amparo al Supremo que, a través de un auto, acaba de inadmitir el recurso porque se construye sobre un enfoque que excede los hechos enjuiciados.
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