Carpeta de justicia

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Los ataques a las obras de arte en los museos son actualmente un tema preocupante, aunque históricamente nos encontramos ante ataques a obras de arte e los más importantes museos del mundo (desde rajar cuadros con una navaja hasta rociar los cuadros con pintura). 

Recientemente, se han producido varios ataques a obras de arte en museos, a menudo por parte de activistas que buscan atención para una causa, que no es única, aunque destaca la causa ambiental. En otros casos son por razones ideológicas, otras religiosas e incluso de índole psicológica. 

El 7 de noviembre de 2023, un grupo de activistas de la organización ambiental Just Stop Oil atacó con martillos el cuadro “La Venus del Espejo” de Velázquez en la National Gallery de Londres provocando la ruptura del cristal que lo protegía y mínimos daños al cuadro que se solventarán con “un tratamiento de conservación” pero que obligará a dejar de exhibirse durante un tiempo. Esta obra ya fue atacada en el año 1914. Este no es su primer ataque. En 2022, ecologistas del mismo grupo atacaron pinturas en varios museos del mundo.

Pero no son el único grupo que ataca cuadros en museos para reivindicar sus proclamas. Existen otros. Cabe recordar que en España dos activistas de otra organización ambiental denominada Futuro Vegetal pegaron sus manos en los marcos de los cuadros de “La maja desnuda” y de “La maja vestida” de Francisco de Goya expuestos en el Museo Nacional del Prado, en Madrid

Estos ataques han provocado controversia y preocupación entre la comunidad artística y los funcionarios de los museos de todo el mundo. Los expertos sugieren aumentar las medidas de seguridad, incluido monitorear a los visitantes para detectar comportamientos sospechosos y examinar cuidadosamente al nuevo personal y voluntarios que tienen acceso a la colección del museo. Según un artículo de El País, los principales museos europeos y españoles se han visto obligados a ser más celosos de su seguridad y la vigilancia de sus visitantes para evitar nuevos ataques a sus obras de arte, como ha sucedido en las últimas tres semanas en distintos museos de varios países, protagonizados por la organización ecologista Just Stop Oil.

¿Como se castigarían penalmente en España estas acciones?

El artículo 323 del Código Penal, en su apartado primero, castiga «con la pena de prisión de seis meses a tres años o multa de doce a veinticuatro meses, al que cause daños en bienes de valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental».

En su apartado segundo, señala que «si se hubieran causado daños de especial gravedad o que hubieran afectado a bienes cuyo valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental fuera especialmente relevante, podrá imponerse la pena superior en grado a la señalada en el apartado anterior». Es decir, la pena podría llegar hasta los cuatro años y medio de prisión o treinta y seis meses de multa.

Por último, el apartado tercero, señala que «En todos estos casos, los jueces o tribunales podrán ordenar, a cargo del autor del daño, la adopción de medidas encaminadas a restaurar, en lo posible, el bien dañado». Es decir, a las posibles penas de prisión o multa a que se enfrentan los autores, hay que sumarle la indemnización a la que podrían verse obligados a pagar por estos daños que, dada las obras de arte en cuestión, su antigüedad y tratamientos de conservación, pueden llegar a ser de importante cuantía.




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