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BDO, una de las mayores firmas globales de servicios profesionales, ha elaborado una guía en la que analiza los principales retos a los que se enfrentan las organizaciones en su camino hacia la integración de los aspectos ESG en sus modelos de gestión. Estos retos se resumen en estrategia, cumplimiento normativo, disponibilidad de conocimiento especializado y reporting (interno y externo).

Los aspectos ESG se han posicionado como un elemento prioritario en la mayoría de las organizaciones, independientemente del sector, tamaño o geografía donde desarrollen su actividad. Así, tanto inversores como organismos públicos y la sociedad en su conjunto demandan más proactividad y responsabilidad por parte de las organizaciones a la hora de desarrollar su actividad empresarial, requiriendo modelos de gestión y de negocio más éticos, transparentes y sostenibles.

Este contexto empresarial, derivado de la concienciación colectiva generalizada sobre la relevancia de proteger nuestro entorno y frenar el cambio climático, implica que las organizaciones deben afrontar ciertos retos en materia ESG para dar respuesta a las expectativas y exigencias de sus grupos de interés.

El primer reto, según BDO, es la integración de objetivos ESG concretos en la estrategia corporativa como punto de partida para la posterior definición y ejecución de planes de acción que permitan alcanzar dichos objetivos. Para ello, es fundamental conocer y priorizar las expectativas de los grupos de interés (inversores, clientes, organismos públicos, empleados, etc.), así como la de los propios directivos y miembros de la Compañía, de cara a obtener el máximo rendimiento de los recursos (humanos y financieros) de la organización, focalizándolos en aquellos objetivos que puedan realmente dar respuesta a dichas expectativas. Después, será necesaria la definición de objetivos estratégicos para cada ámbito (E-S-G) según aspectos considerados materiales o significativos para la Organización, y finalmente, desarrollar planes de acción concretos asociados a dichos objetivos que conduzcan hacia su consecución.

El segundo reto es el cumplimiento de los requerimientos normativos aplicables a la organización en materia ESG. En los últimos años se está produciendo un incremento notable respecto a las obligaciones o requerimientos normativos en materia ESG, tanto a nivel nacional como internacional (por ejemplo, el Reglamento (UE) 2020/852, la Directiva 2021/0104, la Ley 11/2018, etc.). Las organizaciones deben ser conscientes de que existen normas que afectan directamente a determinadas empresas en función de su naturaleza (entidades de interés público, cotizadas, etc.), sector (financiero, asegurador, etc.) o localización (normativa nacional que difiere entre países).

Para BDO este mapa normativo supone una palanca de transformación y un reto para las organizaciones ya que abarca obligaciones transversales que van más allá del mero reporting de información y que impactan directamente en los modelos productivos y/o de gestión. Su conocimiento y posterior adaptación y cumplimiento de los requerimientos exigidos debe ser una prioridad dentro de los objetivos ESG definidos por las organizaciones.

El tercer reto es la disponibilidad en la organización del conocimiento y experiencia necesarios en materia ESG. Derivado de los puntos anteriores, tanto la definición de objetivos estratégicos y la posterior ejecución de acciones, como el entendimiento y cumplimiento de la normativa ESG que pueda aplicar a la organización, requiere de conocimiento especializado en la materia que favorezca un desarrollo eficaz de las medidas acordadas por los órganos de gobierno y un aprovechamiento de los recursos asignados.

Sin embargo, según apunta BDO, actualmente las compañías se enfrentan a un reto evidente que es la atracción y retención de talento, dado que, al ser ámbitos relativamente novedosos para un gran número de organizaciones, se encuentran con la necesidad de recurrir a un mercado laboral muy competitivo para encontrar y atraer el conocimiento y experiencia requerido.

Por ello, es fundamental identificar las necesidades concretas en términos de conocimiento y experiencia, determinar qué perfil sería el más adecuado para cubrir esas necesidades y determinar si ese perfil existe en la organización, o en caso contrario debe buscarse en el mercado. También es una opción recomendable apoyarse en empresas especializadas que permitan el aprendizaje progresivo del personal interno que se vea involucrado en las acciones ESG desarrolladas.

El cuarto reto es reporting (interno y externo) de actividades y objetivos conseguidos en materia ESG. BDO recalca que los avances alcanzados por parte de la organización en materia ESG deben ser transmitidos de manera eficaz, completa e íntegra a sus grupos de interés y, en su caso, bien por iniciativa interna o bien como requerimiento normativo, al mercado.

En España, por ejemplo, numerosas organizaciones están sujetas a la Ley 11/2018 sobre Información No Financiera y Diversidad, si bien hay muchas de ellas que van más allá de los meros requerimientos de información propuestos por la Ley, reportando información al mercado más completa en materia ESG, siguiendo estándares internacionalmente reconocidos como son, por ejemplo, los indicadores GRI (Global Reporting Initiative, por sus siglas en inglés).

El reporting de información al mercado supone un doble reto para las organizaciones. Por un lado, debe dar respuesta a las expectativas de los grupos de interés de la Organización y a las propias exigencias internas en materia de información ESG. Por otro, la información debe ser íntegra y fiable, lo que supone que la organización debe validar los datos origen (provenientes en la mayoría de las ocasiones de diversas áreas de la compañía, como puede ser Recursos Humanos, Asesoría Jurídica, Comercial, Marketing o Comunicación, etc.), y en su caso auditarlos a través de externos independientes.

Por tanto, si bien pueden ser diversos los retos a los que se enfrenta la organización en la integración de los aspectos ESG en su modelo de gestión, en función de su naturaleza, tamaño, sector, etc., desde BDO nos señalan cuatro retos bastante comunes en el seno empresarial dentro del ámbito ESG, y algunas directrices prácticas sobre cómo afrontarlos para facilitar el proceso de integración.




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