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Sigue estas recomendaciones legales para reducir los riesgos de circulación en carretera bajo condiciones climáticas adversas. ¡Sigue leyendo!

Conducir bajo una intensa lluvia puede ser una experiencia desafiante e incluso estresante y peligrosa. Para aumentar tu confianza al volante, vamos a proporcionarte algunos consejos legales que son esenciales y te ayudarán a conducir de manera más segura y prevenir accidentes o situaciones no deseadas.

1.- Reduce la velocidad al volante.

La normativa de tráfico contempla que cuando las condiciones meteorológicas son adversas, como por ejemplo cuando hay una fuerte tormenta, los conductores deben disminuir su velocidad.

Esta medida es crucial para mantener el control del vehículo. Cuando lo hacemos, mejora nuestra capacidad de reacción ante cualquier imprevisto en la carretera, como charcos profundos u otros vehículos que frenan de manera repentina.

Además, al aminorar la velocidad evitamos el riesgo del conocido como aquaplaning: los neumáticos pierden el contacto con la calzada por la acumulación de agua en la carretera.

2.- Mantén la distancia de seguridad entre vehículos.

Si el coche que va delante tuyo frena de manera brusca, es necesario tener el suficiente tiempo para poder reaccionar y frenar con una antelación adecuada para no colisionar.

3.- Inspecciona el estado y la presión de los neumáticos.

La ley obliga a que los neumáticos tengan una profundidad mínima de 1,6 milímetros de la banda de rodadura. De esta manera, se garantiza una mayor estabilidad del vehículo y una tracción adecuada en la carretera. Por lo tanto, si los neumáticos tienen el suficiente dibujo o surcos requeridos, se consigue un mayor y mejor agarre a la carretera. También se reduce el riesgo de que el vehículo resbale, sobre todo si la vía está mojada por la lluvia.

De hecho, conducir con los neumáticos desgastados y sin cumplir este requisito legal puede ser sancionado con una multa de hasta 200 euros, o inclusive, llevar a la inmovilización inmediata del vehículo. Además, si se sufre un accidente de circulación y se determina que la causa puede ser debido al mal estado de los neumáticos podríamos ser considerados responsables por negligencia, afectando no solo a las reclamaciones de seguros, sino también a las de demandas civiles por reclamación de daños y perjuicios ocasionados.

4.- Utiliza las luces adecuadas según la climatología.

Has de encender las luces cortas o de cruce para que otras personas conductoras te vean mejor. Además, si nos encontramos ante una fuerte lluvia, niebla o nieve que nos dificulte la visibilidad, podremos utilizar también las luces antiniebla del vehículo.

5.- Desempaña las lunas.

Cuando detectes que las ventanas del vehículo se cubren de condensación debido a la humedad, debes desempañar las lunas. Para solucionar esta situación podemos encender primero el aire acondicionado, eliminando así la humedad del aire de dentro del vehículo, para luego ajustar la calefacción, calentando las lunas y ayudando a que el vaho de agua se evapore más rápidamente.

6.- Evita movimientos bruscos en la conducción.

Debes girar y manejar el volante suavemente y sin frenar o ni acelerar de golpe para que el vehículo no pierda estabilidad.

7.- Cuida el parabrisas y las escobillas.

Asegúrate que no solo se encuentran en buen estado, sino también que están limpias y que funcionan correctamente. Esto garantiza sin duda una buena visibilidad y por lo tanto una conducción más segura.

Circular con el vehículo bajo un fuerte temporal puede generar desafíos que requieren ciertas precauciones adicionales en la carretera. Si se siguen estas recomendaciones legales lograremos reducir de manera considerable los riesgos asociados a la circulación en carretera bajo condiciones climáticas adversas. Además, cumplir con las normativas de tráfico no solo nos va a proteger a las personas conductoras, sino también a los demás usuarios de la vía.

 




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