Hay negligencia médica, en términos generales, cuando un profesional médico no actúa conforme al conjunto de prácticas médicas aceptadas para el ejercicio de la profesión, conocidas éstas como lex artis médica, y, a consecuencia de ello, se causa alguna lesión al paciente. En todo caso, para que exista negligencia médica tiene que haber un nexo de causalidad, esto es, relación, entre el daño producido y la actuación del profesional sanitario contraria a la lex artis.En el presente artículo nos centramos en las negligencias médicas en el parto.
Las negligencias médicas en el parto, como bien indica el propio título, son aquellas que se producen bien en el momento del parto o bien días/horas previas al parto cuyas consecuencias se conocen en el momento de nacimiento del bebé.
El nacimiento de un bebé es uno de los momentos más esperados tanto para los padres como para el resto de familiares que les acompañan. No obstante, hay ocasiones en que la actuación de los profesionales sanitarios durante el mismo puede truncar este momento idílico y dar lugar a consecuencias muy graves. Además, son dos las personas que pueden sufrir lesiones, conjunta o separadamente: la madre y el bebé.
Negligencia médica en el parto: ¿qué documentos hay que solicitar?
Si creemos que somos víctimas de una negligencia médica en el parto, el primer paso que hay que dar para poder recibir un correcto asesoramiento es solicitar la historia clínica completa.
En este enlace encontrarán más información sobre la documentación necesaria para demandar una negligencia médica.
No es infrecuente que los hospitales hagan una entrega incompleta de la historia clínica toda vez que no hacen entrega de la documentación necesaria que permita conocer datos sobre el parto y el nacimiento. Por lo tanto, los documentos necesarios para conocer si ha habido una negligencia médica en el parto, y que tienen que solicitarse expresamente son los siguientes:
- Partograma. En el mismo se recoge datos del parto, esto es, las contracciones, la dilatación, la la frecuencia cardíaca fetal, etc.
- Gráfica de monitorización fetal. Se encarga de recopilar los latidos del bebé y la actividad uterina de la madre, registrándose los movimientos fetales. Es indicador del bienestar fetal o pérdida del mismo.
- Registro tococardiográfico. Es el estudio que permite evaluar el estado de salud fetal a través de la frecuencia cardíaca, motilidad fetal y actividad uterina.
- Ph fetal. Es una muestra de sangre que permite conocer si hay pérdida en el bienestar fetal.
- Informe de quirófano.
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Lesiones al bebé
Como ya se ha indicado anteriormente, dos son las personas que pueden sufrir las consecuencias de una negligencia médica en el parto: el bebé y la madre.
En este apartado nos centraremos en las lesiones que se producen al bebé, siendo la más frecuente el sufrimiento fetal por falta de oxígeno. La falta de oxígeno al bebé puede dar lugar a multitud de consecuencias y enfermedades, llegándose a producir incluso el fallecimiento del bebé si no se actúa con rapidez por parte de los profesionales sanitarios.
Según el tiempo que ha estado el bebé privado de oxígeno y de qué cantidad de este, las lesiones que sufra serán más graves o más leves, siendo alguna de ellas de carácter irreversible.
Entre las enfermedades más comunes por falta de oxígeno durante el parto encontramos, entre otras, las siguientes: parálisis cerebral, convulsiones, retraso psicomotor, encefalopatía hipóxica-isquémica.
Además de sufrimiento fetal por falta de oxígeno, otra de las lesiones que pueden tener los bebés durante el parto es la distocia de hombros. Esto ocurre cuando uno o ambos hombros del bebé quedan atascados dentro de la pelvis de la madre durante el trabajo de parto.
Si bien la distocia de hombros en la mayoría de ocasiones no producen peligro alguno para el bebé o la madre, hay que tener en cuenta que en otras sí que puede causar daños tanto a uno como a otro. En el caso del bebé, la distocia de hombros puede dar lugar a fracturas en clavícula y brazo, debilidad o parálisis en brazo y/o hombro o, incluso, falta de oxígeno y, en consecuencia, lesión cerebral.
A parte de las indicadas, otras pueden ser las lesiones que se causen al bebé como consecuencia de una negligencia médica en el parto, indicándose las anteriores a modo ejemplificativo y explicativo.
Lesiones a la madre
En este apartado nos centraremos en las lesiones que se producen a la madre como consecuencia de una negligencia médica en el parto.
El desgarro vaginal es una de las lesiones más frecuentes que puede sufrir la madre durante el parto, con motivo, entre otros, de un incorrecto uso de fórceps o ventosa obstétrica. Inadecuada práctica de la episiotomía puede dar lugar a lesiones en el esfínter.
Entre las consecuencias que la distocia de hombros puede producir a la madre encontramos las siguientes: hemorragia post-parto, desgarro del perineo o ruptura uterina.
No puede dejarse de lado las consecuencias derivadas del uso de epidural como, aracnoiditis, síndrome de cola de caballo, parestesias en piernas, paraplejia, etc.
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¿Se puede solicitar una indemnización?
Efectivamente. Como consecuencia de una negligencia médica, los afectados directamente o, en determinados casos, sus familiares, tienen derecho a solicitar una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.
Son muy amplios los conceptos a tener en cuenta a la hora de calcular la indemnización, por lo que si accedes a este enlace conocerás cuáles son los parámetros generales y también quién puede solicitar la indemnización.
El importe a reclamar se actualiza legalmente cada año, por lo que para los hechos ocurridos en 2021 se evaluará según las tablas comentadas aquí.
¿Qué hacer si he sufrido una negligencia médica en el parto?
Si consideras que tu situación encaja en una de las descritas a lo largo del presente artículo, o que podría encajar en una actuación negligente por parte de los profesionales sanitarios que te han atendido a lo largo del parto, no dejes pasar la oportunidad de reclamar una indemnización por los daños y perjuicios que te han ocasionado, a ti (o a tu familiar) y a tu bebé.
Por lo tanto, ponte en contacto con un abogado especialista en negligencias médicas para que estudie tu asunto detalladamente, junto con un perito médico, y te indique tanto las posibilidades de actuación como la viabilidad para iniciar una reclamación por daños y perjuicios.
No dejes pasar el daño que te han causado o que han causado a tus familiares. No olvides que los plazos son muy breves y que, transcurrido el plazo, aunque se confirme la existencia de negligencia médica en el parto ya no se podrá reclamar una indemnización ni exigir responsabilidades a los profesionales sanitarios.
LO DAMOS TODO POR TI