El potencial del comercio electrónico es innegable y cada vez más empresas, independientemente de su tamaño, deciden dar el salto a la plataforma digital. No solo las grandes corporaciones tratan de mejorar sus ventas por este canal. Tiendas de barrio también encuentran aquí un espacio donde aumentar su distribución, encontrando un equilibrio entre su establecimiento físico con su sitio web.
Al igual que cualquier sector, el ecommerce vive sus propias particularidades y tendencias que se rigen por la actividad empresarial y por los cánones que va marcando la sociedad. En ese sentido, el componente medioambiental se presenta como determinante en esta relación entre tienda y comprador. El público valora más todo lo relacionado con la sostenibilidad y el reto de los comercios electrónicos es conseguir adaptarse a esta nueva demanda social. La etiqueta eco es ahora un factor decisivo en el proceso de compra de muchos consumidores en Internet. Las empresas deben encontrar el carácter ecológico tanto en sus productos como en la distribución de los mismos. Una de las ventajas para la venta por Internet es la disponibilida de un amplio espacio para explicar al usuario las características del producto. Las empresas que apuesta por productos ecológicos y por un precio justo tienen un gran escaparate para explicar con detalle estas características y convencer así a sus clientes.
Esta publicidad sostenible puede hacerse a través del sitio web y desde potentes canales como las redes sociales. Facebook e Instagram, especialmente la segunda, están renovandose continuamente y adaptando sus formatos al comercio electrónico hasta el punto que es posible vender productos de forma directa a través de estos canales. El público tiende cada vez más a buscar el catálogo en estas redes y a acceder al proceso de compra directamente a través de ellas. Estos dos gigantes del Social Media han entendido rápidamente las demandas, tanto de particulares como de empresas, para generar una plataforma de venta que en unos años puede superar a los grandes portales de venta por Internet. Son las tendencias de consumo para el futuro que van abriéndose paso y definiendo a esta actividad comercial entre sujetos ubicados a kilómetros de distancia.
El ecommerce también está creciendo desde el punto de vista de la mejora de la experiencia del usuario. Las búsquedas por voz a trravés del teléfono móvil se están popularizando. Los audios están ganando terreno al texto escrito en las comunicaciones entre ciudadanos; y esta tendencia se aprecia en una acción tan cotidiana como la de buscar productos online. Otro factor que va a condicionar a los comercios electrónicos en un futuro a corto plazo es la inteligencia artificial. Esto se traduce en la automatización de la organización de los productos en los sitios webs, que se realice en función de las preferencias de los clientes; siguiendo así una personalización de la oferta.
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