Madrid, 14 mar (EFE).- El acusado de enviar imágenes sexuales a seis menores y de abusar de una de ellas ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía por el que será condenado a dos años de cárcel, multa de 6.840 euros e indemnización de 30.000 euros, frente a los 18 años de cárcel que pedía para él el Ministerio Fiscal inicialmente.

Según han informado a EFE fuentes fiscales, el acusado ha reconocido los hechos ocurridos en 2018 y 2019, ha pedido perdón y se ha cerrado una conformidad, antes de comenzar el juicio en la Audiencia Provincial de Madrid, por la que algunos delitos por los que se pedía prisión se sustituyen por multa.

Así será condenado a dos años de cárcel, a una multa de 6.840 euros y a abonar 30.000 euros en concepto de responsabilidad civil, de los que ya ha hecho efectivos 1.750.

El fiscal solicitaba en su escrito provisional 18 años de prisión para el acusado por, entre otros delitos, un abuso sexual, cinco delitos de exhibicionismo y provocación sexual y un delito de producción de pornografía infantil

Además de la pena de cárcel la Fiscalía pedía que no trabajara con menores durante casi 50 años, que se sometiera a libertad vigilada durante 30 años tras salir de la cárcel, que no se comunicara con las menores afectadas y que indemnizara a cinco de ellas con 5.000 euros y a otra con 15.000.

El escrito de Fiscalía relata que durante 2018 y 2019 V.M.G.G. se hizo pasar, en diferentes perfiles de Instagram y en WhatsApp, por una niña menor de edad, y así contactó con seis menores de entre 10 y 16 años a las que envió fotos de un pene, diciendo que era de su hermano, y luego otras imágenes sexuales, pidiéndoles que ellas le enviaran fotos de ese tipo. Algunas de ellas accedieron.

En uno de los casos el acusado se hizo pasar a través de Instagram por un joven de 16 años y contactó con una niña de 14, con la que mantuvo contacto durante un año hasta que ella le bloqueó.

Entonces contactó con ella a través de otra cuenta, ganándose su confianza, enviándole mensajes sexuales y logrando quedar con ella en su piso de Madrid.

Allí la joven fue con su hermana pequeña, de 8 años, y el acusado la besó y trató de que mantuviera relaciones con él, a lo que la chica se negó.