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Seguramente has salido de la sala tras un acuerdo diciendo, tenía que haber celebrado, después de que el cliente se acongojara por la dureza ejercida por algunos jueces o LAJ para la consecución de un acuerdo.

En los últimos años cada vez me voy encontrando con más presión por parte de su señorías o en su caso de Letrado de la Administración de Justicia, que a veces pretenden ser jueces, para llegar a un acuerdo de conciliación o una solución negociada del conflicto. No digamos nada si estamos ante los juzgados de los social donde raya a veces el delito de coacción, como me dijo un cliente muy enojado tras una mala experiencia, que quería denunciar al juez por coacciones.

La invitación a la negociación puede ser algo considerado como normal. El juez o el LAJ en aquellos asuntos en los que es imprescindible, como jurisdicción social, invita a un acuerdo, nos puede hablar de la conveniencia de una solución negociada, de que a veces las pruebas no son tan claras, etc… que porque no intentan una mediación, hasta aquí algo normal y dentro de una función que yo creo imprescindible.

Pero no es raro que nos encontremos ante el siguiente nivel de presión. El juego empieza con la frase del oficial, “que entren los letrados a sala”, cuando escucho esta frase en la inmensa mayoría de los casos me preparo para lo peor, me encuentro con el siguiente nivel de presión. La reunión con su señoría a micrófono cerrado, empieza con algo parecido, a ·¿Por qué no llegan a un acuerdo?, los letrados suelen añadir, “lo hemos intentado no hay posibilidad de acuerdo”, a continuación su señoría a continuación empieza, “pero lo han mirado bien”,  y ya empieza la presión con una frase que es presagio, de agárrate bien que bien que vienen curvas,  “sin prejuzgar” y continúan, con algo así como que “las pruebas de usted no son tan claras”, “piénselo bien”, o incluso de forma contundente ya saben que mi criterio o la ley establecen lo siguiente … o yendo más allá nos insinúan la condena en costas, vamos que ya te están diciendo que te van a condenar si o sí. Para mi la situación más lamentable, es cuando un juez de lo social nos saco de sala y dijo salgan ustedes a negociar y piensen en 4.000 € como cifra de acuerdo. Ante eso ya el cliente ya se acongoja y nos pregunta ¿ya ha sido el Juicio? e intenta ceder si tiene posibilidades, pero envalentona al contrario, que no está a dispuesto a ceder mucho más pues se ve ganador.

Pero lo que me parece ya mas humillante es escuchar en la famosa reunión prevista la frase, de que pasen sus clientes que se lo voy a explicar yo. Y lo primero que escucha es menospreciar a los letrados diciendo, igual es que su abogado no se lo ha explicado bien. Una cosa es que nuestro cliente se empecine en algo y pidamos el auxilio del juez para facilitar un acuerdo que es beneficioso para el cliente y otra que sin comerlo ni beberlo el juez se lance a la piscina menospreciando la labor del abogado.

Siempre he defendido que un acuerdo es mejor que un juicio y la conveniencia de utilizar medios alternativos de solución de conflictos. Pero si estamos en la puerta del juzgado es que todo ha fallado.

Ante esta situación, ante todo hemos de hacer valer el interés del cliente que podrá ser bueno o malo pero es el suyo debemos de tener claras nuestras expectativas, recientemente tras cinco o más minutos de un juez, diciendo señor letrado mi criterio es este, (contrario a lo que yo defendía) se quedó sorprendido cuando le dije, señoría usted dicte la sentencia que estime oportuno, que ya se la corregirán en la Audiencia. Al final la sentencia, fue tal y como yo había solicitado en el Suplico, a pesar del acuerdo que quiso forzar su señoría en el trámite previo.

Experiencias como esta, nos debe llevar a tener muy bien preparada el juicio o en su caso la Audiencia Previa, y que debemos llevar preparada también la respuesta a su señoría en el caso de insistencia, ha de ser enérgica, pero con educación, y respeto al órgano jurisdiccional, eso nos puede llevar ahorrarnos tiempo, sobre todo cuando la postura es o blanco o negro.

También los letrados tenemos que salir de nuestra zona de confort, ya que es muy cómodo un acuerdo, no arriesgarnos a que nos quiten la razón en sentencia, y el miedo a que dirán los clientes si perdemos. Si el acuerdo no es satisfactorio para el cliente lo habremos perdido.

Hace poco a la salida de un juicio un cliente me dijo algo que cuando nos lo dicen nos llena de satisfacción. No se si el Juez nos da la razón, pero en el juicio has estado impecable y no se podía haber defendido mejor

Si te has sentido identificado con alguna de estas frases. Si estamos seguros y es interés de nuestro cliente, no el nuestro, no ceder a la presión.




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