La Audiencia de Balears ha condenado a un hombre a pagar una multa de 360 euros por hostigar en numerosas ocasiones al conserje de la finca. El tribunal ratifica el fallo del Juzgado de Instrucción nº 10 de Palma que le condenó por un delito leve de coacciones.
Al igual que la sentencia de instancia, la magistrada ponente considera probado que, desde marzo de 2022, cada vez que el propietario encontraba al portero realizando trabajos para la comunidad se dirigía a él con expresiones tales como “me cortas el agua”, “te vas a enterar, no te voy a dejar en paz”, e incluso en ocasiones llamó en a la Policía Nacional para denunciar que les estaba robando el agua.
La magistrada advierte que tal relato viene avalado por el presidente y administrador de los comuneros y por otra vecina del inmueble, quienes manifiestan que el denunciado es una “persona agresiva que grita constantemente al trabajador y que le acusa de estar robando a la comunidad”. En opinión de la juzgadora, este vecino adopta una “actitud hostil continuada”, que “en lugar de utilizar exclusivamente los cauces legales para defender sus derechos, si como afirma en el recurso, se están produciendo actos de defraudación, acoso y amenazas de muerte frente a él, adopta una actitud que sostiene en el tiempo y que coarta la libertad del denunciante hasta el punto de impedirle realizar su actividad laboral”, expone.
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