Bruselas, 27 feb (EFE).- El comité de Peticiones del Parlamento Europeo, que examina quejas de particulares, decidió este lunes mantener abierta la reclamación de un ciudadano español contra las aerolíneas de bajo coste por, según denunció, separar en la asignación de asientos a las familias que no pagan cargos adicionales.
La vicepresidenta del comité, la española Ana Miranda (BNG), optó por dar continuidad a esta petición, ya que así lo pidieron la mayoría de los eurodiputados presentes en la sesión, "con el ánimo de actualizarla", dijo Miranda, tras pedir a la Comisión Europea datos sobre quejas registradas por la separación de grupos de amigos o familias en vuelos.
El impulsor de la reclamación, el ciudadano español Alfonso Rodríguez Sánchez, intervino en el comité para denunciar que algunas aerolíneas de bajo coste "usan un algoritmo" para separar a grupos que realizan reservas conjuntas, a fin de "provocar que tengan que pagar un suplemento si quieren viajar juntos".
"Esto contraviene la normativa, va contra los derechos de los usuarios de la Unión Europea (UE) y puede provocar un grave problema de seguridad, porque hay personas que no pueden viajar solas o deben estar acompañadas", aseveró Rodríguez, que hizo su discurso telemáticamente.
Por ello, el peticionario reclamó "cambiar la normativa europea para dejar claro que cuando hay una reserva conjunta la asignación de asientos sea contigua", además de pedir sanciones para las compañías que usen el supuesto algoritmo para separar a grupos.
Alfonso Rodríguez denunció que esta situación crea "muchísimos problemas a la hora de embarcar", ya que, según dijo, "provoca discusiones con la tripulación de los aviones" cuando las familias afectadas reclaman cambios en la asignación de los asientos.
"No es extraño entrar en un vuelo de Ryanair y ver grandes discusiones del pasaje con la tripulación porque sus asientos están en filas separadas", insistió el denunciante español.
Sin embargo, en respuesta a las quejas planteadas por el peticionario, el representante de la Comisión Europea en la sesión, Peter Sorensen, afirmó que el Ejecutivo comunitario "no ha identificado ninguna necesidad de revisar las disposiciones existentes".
Sorensen, que dirige la unidad de seguridad aérea en la dirección general de Transportes de la Comisión, eximió a las aerolíneas y aseguró que "no existen obligaciones legales o regulatorias relativas al coste a cargar en las asignaciones de asientos".
En documentos orientativos, la Agencia de la UE para la Seguridad Aérea (AESA) indica que los bebés menores de 24 meses deben ir sentados junto a sus acompañantes, mientras que los niños de entre dos y 12 años deben estar ubicados en el mismo segmento de la fila de asientos que el adulto que lo acompaña.
Cuando esto no sea posible, el menor de entre dos y doce años no deberá ir sentado a más de una fila de asientos o de un pasillo de distancia, sugieren las indicaciones de la AESA, que son de carácter orientativo, según indica la Comisión en su respuesta escrita a la queja del denunciante español.
Por ello, el representante del Ejecutivo comunitario remarcó que se trata de "disposiciones no prescriptivas" y, durante su intervención en la sesión parlamentaria de este lunes, Sorensen defendió que las asignaciones de asientos deben garantizar "la seguridad general de todos los pasajeros a bordo".
"Ayer mismo, yo volé con Ryanair y les puedo decir que toman estos asuntos en consideración, porque en sus tarjetas de embarque ponen que 'puede que tenga que cambiar de asiento para ajustarse a las necesidades de otros pasajeros', o sea que sí, sí que se toman muy en serio asuntos como la seguridad", aseveró Sorensen.
Pese a las explicaciones de la Comisión, los eurodiputados que acudieron a la sesión del comité de Peticiones de la Eurocámara se inclinaron por mantener la queja del peticionario español abierta.
Por parte del grupo socialdemócrata, el eurodiputado austríaco Andreas Schieder admitió que "aquí no hay una regla normativa vinculante", pero sí que se mostró partidario de dar continuidad a la reclamación.
La parlamentaria de Ciudadanos Marta Pagazaurtundúa afirmó que "hay que hacer la vida en la UE más cómoda" y aseguró que las familias que tienen niños pequeños "no deberían tener gastos extraordinarios para poder viajar con seguridad".
Mientras, en nombre del Partido Popular Europeo, el austríaco Alexander Bernhuber dijo que "quien reserva el vuelo más barato no tiene derecho a exigir un máximo lujo" pero, aun así, admitió que "hay un mínimo exigible".
La queja presentada por el denunciante español Alfonso Rodríguez Sánchez fue admitida a trámite en 2018 por la comisión de Peticiones de la Eurocámara, que para seguir examinándola queda a la espera de que la Comisión facilite datos sobre quejas de consumidores a los que separaron sus asientos en grupo.
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