Madrid, 21 mar (EFE).- Las fuertes tormentas que azotan el país, con lluvias de gran intensidad provocadas por varias borrascas, han causado daños a vehículos y viviendas, cuyos propietarios se preguntan quién se hace cargo de ellos. Las organizaciones de consumidores lo aclaran: a los riesgos extraordinarios, responde el Consorcio de Compensación de Seguros.

Esa es la contestación que da la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ante esta pregunta, porque las aseguradoras en principio no asumen los riesgos extraordinarios causados por fenómenos de la naturaleza atípicos y dañinos como inundaciones, huracanes o terremotos; lo hace el Consorcio de Compensación de Seguros.

Es un organismo público que funciona como aseguradora frente a esos siniestros causados por hechos extraordinarios, siempre y cuando se tenga previamente contratado un seguro.

Por eso, ante el temporal y las inundaciones de estos días, en aquellas zonas donde se hayan dado las condiciones establecidas para un riesgo extraordinario por el Consorcio, este organismo será quien se haga cargo de las indemnizaciones por los daños a las personas, los vehículos y las viviendas, siempre que estén asegurados. En el caso de automóviles, aunque sea solo con la responsabilidad civil.

No obstante, conviene revisar las condiciones del seguro que se tenga contratado y comunicarse con ellos por si el siniestro no está claro que sea extraordinario, y los daños provocados por inclemencias del tiempo pueden ser cubiertos por la compañía si se tiene la cobertura adecuada.

Por ejemplo, en el caso de automóviles, podrán reclamar los daños a las aseguradoras los usuarios que tengan contratado un seguro de daños propios en la modalidad de todo riesgo, quienes tengan un seguro con lunas, en caso de que hubiera rotura de ellas.

En las viviendas, también hay algunos riesgos y fenómenos de la naturaleza que sí están cubiertos por el seguro de hogar cuando, aunque no alcancen la magnitud de riesgo extraordinario, superan una cierta intensidad.

Es importante, por tanto, recopilar todas las pruebas para demostrar el origen y consecuencias del daño, es decir desde informes de agencias u observatorios meteorológicos, fotos, informes de emergencias, policía, protección civil o bomberos hasta intentar buscar testigos del daño causado.