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Barcelona, 22 abr (EFE).- Los Latin Kings en Cataluña tenían un funcionamiento semejante al de una secta y reclutaban a sus nuevos miembros entre personas con perfiles vulnerables o solitarias, que acababan creyendo que los integrantes de la banda eran como su familia.

Así lo han explicado en una rueda de prensa en Barcelona el Delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto; el general jefe de la Guardia Civil en la comunidad, Pedro Pizarro; el comandante jefe de Tarragona, Alfonso Casajús; y el responsable de información de la Benemérita en Tarragona.

La Guardia Civil llevó a cabo el 17 de abril un operativo en las provincias de Barcelona y Tarragona contra la banda Latin Kings, que se saldó con 34 integrantes detenidos, de los que 32 tienen más de 18 años, todos ellos en libertad provisional con medidas cautelares, y dos son menores, en manos de la justicia juvenil.

El operativo de la semana pasada consistió en la fase de 'explotación' de la operación bautizada como 'Kamaleones', tras un año y medio de investigación policial, que comenzó a raíz de publicaciones en redes sociales de miembros del grupo criminal en las que se identificaban como tal.

La banda de los Latin Kings de Cataluña planificaba ajustes de cuentas y reyertas contra otros grupos, algunas incluso con riesgo de muerte, contaba con una estructura muy jerarquizada y piramidal, con dos líderes en la cima, y se regía por un código interno muy estricto que incluía enseñanzas y castigos físicos.

La investigación ha determinado la existencia de un ente jerárquicamente superior, denominado 'Reino Hispano', bajo el mando de dos 'Supremas' o máximos responsables, quienes dirigían, coordinaban y supervisaban las actividades delictivas de los diferentes subgrupos de la banda.

En la cúspide del denominado 'Reino' se encontraría M.C.R.H, con categoría de 'Queen' o miembro femenino de pleno derecho, de apodo 'Star' y encargada de dirigir y coordinar a los 'Capítulos' dependientes del citado 'Reino'.

También, con el mismo rango, J.A.M.R, con categoría de 'King' o miembro de pleno derecho, de apodo 'Trikimiki', también encargado junto con M.C. de dirigir y coordinar a los 'Capítulos' -grupos locales- dependientes del citado 'Reino'.

Estos grupos locales cometían delitos de estafa, tráfico de drogas y robos con violencia, a partir de directrices de la estructura de la banda bajo un rígido código interno que permitía imponer disciplina mediante castigos físicos y presión psicológica.

Uno de estos 'Capítulos', el de Sagrada Familia -que incluía a Barcelona y a L'Hospitalet de Llobregat- llegó a planificar un ajuste de cuentas con armas de fuego como venganza por el apuñalamiento de uno de sus miembros.

Aunque finalmente no llegaron a hacerlo, los agentes encontraron evidencias de su intención de inferir lesiones graves o incluso la muerte a alguna de las víctimas del grupo rival, que en este caso eran las Maras.

"Es una secta jerarquizada y violenta, que te coacciona, te aprisiona, porque has jurado lealtad a la misma", ha detallado Pizarro, que también ha indicado que se aprovechaban de la vulnerabilidad de muchas personas para reclutarlas, a las que daban "cariño" y, una vez captadas, explotaban.

De hecho, el responsable tarraconense de información del Instituto Armado ha afirmado que la captación de nuevos integrantes era "verdaderamente sencilla", puesto que iban a buscar a personas "vulnerables" y "solitarias", a "gente más marginada", a la que les ofrecían "lo que les falta".

"Los aceptan, los acogen y les hacen pensar que es una especie de familia: ellos no se llaman amigos entre sí, se llaman hermanos", ha indicado.

Aunque este operativo ha supuesto un duro golpe contra los Latin Kings en Cataluña, Pizarro ha indicado que este grupo criminal no ha quedado desarticulado en la comunidad, y ha dado por hecho que tarde o temprano volverán a reorganizarse.

De hecho, este mismo responsable informativo, cuyo nombre no ha trascendido por cuestiones de seguridad, ha afirmado que la "banda nunca se ha disuelto", ni siquiera en el año 2010, cuando hubo "bastante presión policial para que se redujera mucho la actividad".

Por su parte, Prieto ha llamado a no estigmatizar a los latinos de Cataluña, frente "a ese discurso de odio de distraer la atención de otros temas que intenta equiparar esos ámbitos delincuenciales con el conjunto de una comunidad", de la que ha afirmado que "aporta muchísimo al conjunto de la sociedad". 




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