La movilidad, la edificación y los servicios básicos (gestión de agua, electricidad o residuos) son los principales pilares en la gestión de cualquier ciudad. Gracias a la aplicación de la tecnología en estos ámbitos se pueden obtener múltiples beneficios. Para poder cuantificarlos, el estudio de KPMG ha analizado diferentes investigaciones externas y casos prácticos de otras ciudades para evaluar el impacto de las TIC en el día a día de las urbes.Entre sus conclusiones, cabe destacar que el coste de la congestión del tráfico alcanza en España los 5.500 millones de euros al año y, en este campo, la aplicación de tecnologías como plataformas para su gestión podría reducir entre un 15% y un 30% los gastos derivados de la congestión del transporte, lo que también supondría una disminución de las emisiones contaminantes de entre 3.100 y 4.900 toneladas.
En lo referente a la gestión de los recursos energéticos, teniendo en cuenta que los edificios en España son responsables de entre el 40% y el 60% del consumo energético, urge llevar a cabo medidas que lo minimicen. Según el informe elaborado por KPMG, con sistemas de edificación sostenible se podría reducir el consumo de energía y agua entre un 30% y un 50%. Por otro lado, el alumbrado público también es una de las principales fuentes de consumo, ya que supone entre el 40% y el 60% del gasto en los municipios españoles y equivale a un coste de más de 740 millones de euros anuales. Sin embargo, este impacto se puede reducir entre un 50% y un 60% a través de la utilización de tecnologías LED, smart grids o sensores de movimiento.
Otros de los elementos más importantes a tener en cuenta es la gestión del agua y los residuos. Las ciudades cuentan con diversos sistemas para evitar pérdidas y fugas de agua, ya que suponen un gran problema de gestión en las ciudades. Este estudio estima que con la instalación de sistemas inteligentes de monitorización de presión y fugas se podrían reducir un 20% estas pérdidas, lo que supondría un ahorro de 244 millones de euros. En cuanto a la gestión de residuos, contar con soluciones inteligentes para su recogida y tratamiento puede reducir los costes de este servicio entre un 20% y un 40%, así como disminuir considerablemente las emisiones contaminantes por la limitación de las rutas de recogida.