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Marta Ostiz

Madrid, 2 ago (EFE).- La presencia de mujeres en la carrera judicial es mayoritaria en España, pero siguen siendo minoría en la cúpula. Mujeres juezas denuncian que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no haya logrado todavía un acuerdo para nombrar a su primera presidenta: "No nos quieren ver en ese grupo de poder".

Así lo indica en una entrevista con EFE la magistrada Zita Hernández, de la Asociación Mujeres Juezas de España (AMJE), que ha trasladado su decepción ante la falta de acuerdo que ha demostrado esta semana el órgano de gobierno de los jueces, que ha dejado pasar la oportunidad de nombrar a Pilar Teso como presidenta.

El CGPJ ha pospuesto al lunes 5 de agosto el pleno para elegir al presidente de este órgano y del Tribunal Supremo después de que tras casi una decena de votaciones ninguno de los siete candidatos propuestos haya alcanzado la mayoría y no se haya roto el empate entre Pilar Teso y Pablo Lucas, los dos que más apoyos habían obtenido.

"Era el momento idóneo, con la fuerza del movimiento feminista y con una magistrada que cumple todos los requisitos", después de "unos años muy duros" en los que la judicatura ha sufrido una crisis de "credibilidad social" como consecuencia de la falta de renovación del CGPJ por cuestiones políticas, lamenta Hernández.

Para esta magistrada, la explicación es "una cuestión de machismo". "No nos quieren ver en ese grupo de poder".

Denuncia que España está a la cola en cuanto a la presencia femenina en la cúpula judicial. "Llama la atención que en un país como España, en el que hemos sido pioneros en leyes que en otros países son impensables, sigamos teniendo un déficit tan fuerte".

Según los últimos datos hechos públicos por el CGPJ, el porcentaje de mujeres en los órganos colegiados ha aumentado en casi diez puntos en la última década, hasta situarse en el 43,1 % en la Audiencia Nacional, del 41,3 % en los Tribunales Superiores de Justicia y del 44 % en las Audiencias Provinciales, mientras que en el Tribunal Supremo es del 21,1 %.

La portavoz del Secretariado de Juezas y Jueces para la Democracia, María del Prado del Escoda, insiste en la persistencia de techos de cristal.

"La desigualdad en la cúpula de la carrera judicial es evidente, no sólo por el bajo número de mujeres en el Tribunal Supremo, sino porque en los 17 Tribunales Superiores de Justicia, sólo hay dos presidentas, y de cincuenta Audiencias Provinciales, sólo hay ocho, pese a que en la carrera judicial las juezas y magistradas son casi un 60 %", señala.

Según esta portavoz, hay suficientes candidatas con un nivel de excelencia y rigor demostrado para presidir la más alta instancia judicial, lo que permitiría poner fin a una situación de desigualdad que "resulta incomprensible".

"Es el momento de que tanto la realidad social como la existente en la judicatura tenga su reflejo en la presidencia del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo", subraya.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Rosa Gil, ha destacado, en declaraciones a EFE, que el nombramiento de una mujer al frente del CGPJ y el Supremo sería un reconocimiento para tantas mujeres juezas como hay en España.

"Confío en que de aquí al lunes se acerquen posturas y que tengamos la suerte de que finalmente sea una mujer la que presida el CGPJ porque abriría muchas oportunidades", ha destacado Gil, que ha recordado que se ha tardado "muchísimos años" en que una mujer presidiera una sala del Tribunal Supremo hasta que llegó María Luisa Segoviano.

"Es el momento de las mujeres", ha subrayado.

Representación "mínima" de mujeres en la cúpula judicial

La magistrada Hernández denuncia que la representación de las mujeres "es mínima". "Ni siquiera hablamos de paridad" y lamenta que el mundo de la judicatura "arrastra una manera de ejercer el poder que cuesta mucho cambiar".

"Partimos de la imagen del juez como un hombre de mediana edad que se dedica al trabajo mientras que en su casa alguien se ocupa de la familia", una imagen que poco a poco ha ido cambiando gracias a la lucha de muchas mujeres que han batallado por avances en materia de conciliación.

Y es que -recuerda esta magistrada- las mujeres juezas no son ajenas a la sociedad en la que viven y en ellas recaen también los cuidados mayoritarios de la familia, tanto de los hijos pequeños, como de las personas mayores o dependientes.

"Esto hace que en muchas ocasiones no nos presentemos a ciertos cargos, porque si tienes que llevar un juzgado y a la par tienes hijos, todo se complica". 




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