El soporte de una tarjeta SIM hallada entre los efectos de la víctima la noche en la que fue acribillada, el 17 de abril de 2018, fue la pista inicial sobre la que se articuló la minuciosa investigación policial que finalizó el 31 de mayo con el ingreso en prisión preventiva de los presuntos autores del asesinato de Carlos Machín.
El levantamiento de la orden de secreto sobre las actuaciones el pasado miércoles evidencia que el descubrimiento de un teléfono “de seguridad”, mediante el cual y de forma “casi exclusiva” el empresario Pedro Carlos Machín Quintero se comunicaba con su exsocio Evaristo González Reyes, fue la primera pieza de una compleja investigación que acabó el pasado 31 de mayo con el ingreso en prisión preventiva de cuatro personas: el polémico abogado y empresario lagunero Evaristo González Reyes como presunto autor intelectual del crimen, Ernesto Inocencio O.H. como supuesto autor material de los 11 disparos, Julio David G.O. como conductor del coche que llevó al sicario al lugar del crimen y Dámaso Agustín R.R. y José Manuel M.B. como colaboradores en la acción criminal (encubridores).
Según consta en las diligencias, Pedro Carlos Machín Quintero fue asesinado el jueves 17 de abril de 2018, alrededor de las 22:15 horas, en el aparcamiento de la Escuela Oficial de Idiomas de la localidad de San Cristóbal de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife), mientras se encontraba en el interior de su coche, tras salir de las clases de inglés a las que acudía de forma periódica.
Los autores del presunto asesinato, dos varones, permanecían esperando en las inmediaciones de la zona hasta que la víctima accedió al coche, momento en el que uno de ellos se le acercó efectuando varios disparos (hasta un total de once, de los que seis impactaron en la víctima) que acabaron con su vida. Inmediatamente, el pistolero accedió a un vehículo, donde esperaba el otro sujeto, dándose a la fuga. Este coche apareció calcinado a escasos dos kilómetros del lugar de los hechos.
Entre los efectos de la víctima, la Brigada de Homicidios de la Policía Judicial que acudió al lugar del crimen encontró dos teléfonos móviles -que se confirmó que era notorio que el fallecido usaba habitualmente- y el soporte plástico de una tarjeta SIM de otro teléfono.
En las primeras pesquisas en el entorno de la víctima, nadie manifestó tener conocimiento de que utilizara un tercer teléfono, lo que llevó a la Policía a pensar, exponen los autos, en “un teléfono de seguridad o utilizado para contactos que pretendía ocultar”.
El dato cobró mayor relevancia para los investigadores cuando, en las horas posteriores al crimen, la viuda del empresario entregó a la policía un teléfono móvil con la SIM cuyo soporte plástico había sido hallado con el cadáver, que la mujer había “encontrado en un cajón en el domicilio familiar”.
Un teléfono móvil arcaico
La Policía Nacional averiguó que la tarjeta constaba adquirida a nombre de J.D.S.H., “relacionado directamente con Evaristo González Reyes, al ser hijo de un colaborador habitual de éste” detenido en 2012 en el marco de la operación Corredor [un proceso multicéfalo de corrupción, en una de cuyas piezas acaba de ser condenado el abogado lagunero].
La investigación llega a la conclusión de que este móvil es el “único punto oscuro” concreto y real en la vida de la víctima, habida cuenta de que se trata de un celular “modelo antiguo, no smartphone, sin conexión a internet ni a aplicaciones informáticas o móviles, del tipo de los empleados como número de seguridad en operaciones ilícitas”.
Ante esta pista, la Brigada de Homicidios de la Policía Nacional en Tenerife estableció como “prioritario” el estudio de la vida útil de este teléfono, sus contactos, su contenido y, expone el auto que mandó a prisión a Evaristo González, “la existencia de otros teléfonos con la misma titularidad” pues, explican los investigadores, “es habitual en operaciones ilícitas o irregulares la adquisición de varios teléfonos de forma simultánea para su uso por parte de los implicados”.
En esta línea de investigación, las pesquisas policiales permiten averiguar que la persona a cuyo nombre constaba la adquisición de la tarjeta SIM, J.D.S.H., tenía a su nombre otros teléfonos y se encontraba “relacionado indirectamente con Evaristo González Reyes, al tratarse del hijo de un colaborador habitual de éste”
La policía certifica que uno de los teléfonos adquiridos por este individuo había verificado su última conexión el 17 de abril de 2018, el día anterior a la muerte de Machín.
Otras de las líneas contratadas a nombre de J.D.S.H. se había desactivado a las 19.31 horas del día en el que fue asesinado Machín.
“Tito Tacoronte”
Los investigadores pudieron comprobar que uno de estos teléfonos secretos, con número finalizado en 604, constaba a nombre de una persona domiciliada en una dirección que se correspondía con la de la residencia de Evaristo González, y además advirtieron que el número constaba en la agenda de la víctima como el teléfono de “Tito Tacoronte”, sobrenombre con el que se conoce a Evaristo González, según la Policía.
Igualmente, se certificó que la primera llamada que recibió el teléfono acabado en 604 fue realizada desde el teléfono particular del abogado y empresario ahora en prisión preventiva.
Los agentes constatan así mismo que otro de los teléfonos adquiridos por J.D.S.H., el acabado en 806, figuraba a nombre de una identidad falsa, y confirman “plenamente” que el usuario habitual de este teléfono es Evaristo González: en una llamada entrante a este número el 6 de agosto de 2018, el comunicante deja el siguiente mensaje: “buenas tardes Evaristo, soy Gabriel, cuando puedas llámame”.
Además, se lee en el auto de prisión del abogado: “entre los contactos de este terminal se incluyen otros relacionados directamente con Evaristo, como es su hermano Ángel y su socio el abogado José Santiago M.M.”.
Y, como colofón, se constata que es con este número con el que el fallecido Carlos Machín mantiene la inmensa mayoría de las comunicaciones, “un total de 798 de 1.188 registros que suma la vida útil del terminal”.
El círculo se estrecha aún más cuando del estudio de los contactos mantenidos por González Reyes a través del 806 se identifican diversas llamadas al teléfono acabado en 115, “utilizado, según bases de datos policiales, por Ernesto Inocencio O.H.”. Este individuo sería a la sazón la persona detenida como supuesta autora material del asesinato de Machín.
Sólo se apagó el día del crimen
La Policía va desarrollando una minuciosa y compleja investigación hasta llegar a la conclusión de que el número acabado en 604 fue el que usó el presunto asesino en los meses previos al crimen. Expone que se activó en noviembre de 2017 y que “en toda la vida útil que se dispone del teléfono nunca ha transcurrido un solo día en que no hubiera registro alguno o que se detectara el terminal apagado; esto ocurre por primera vez el día del asesinato, a las 19.45 horas, permaneciendo apagado durante más de tres días”.
El análisis de los contactos telefónicos en los terminales utilizados por Ernesto Inocencio O. identifica a diversas personas supuestamente relacionadas con el crimen, entre ellas a Julio David G.O., el supuesto conductor del coche en el que se llegó a la escena del crimen, José Manuel M.B. o Dámaso R.R., presuntos colaboradores en las labores previas y posteriores al asesinato.
Así, la Policía Nacional afirma que en la noche en la que fue asesinado Machín en el aparcamiento de la Escuela Oficial de Idiomas, poco después de que el vehículo robado con el que se cometió el crimen empezara a arder, el terminal de Julio David G.O. -el supuesto conductor del coche- efectuó “ocho intentos de llamada inmediatos o consecutivos” al número de José Manuel M.B.” -la persona que supuestamente colaboró en la fuga-.
Agrega el minucioso auto -de más de 80 folios- que el 8 de mayo de 2018, menos de un mes después del crimen, “desde el terminal de seguridad de Ernesto se registraban contactos director con teléfonos móvil y fijos utilizados por Evaristo González en su domicilio y despacho; esto relacionaba de nuevo directamente al sospechoso del asesinato material de la víctima con el supuesto autor intelectual”.
La Policía nacional llega a la conclusión de que Evaristo González Reyes, “por razones que por el momento se desconocen” habría iniciado los movimientos dirigidos a la "eliminación" de Pedro Carlos Machín Quintero, para lo cual habría recurrido a un tercero identificado como Ernesto Inocencio O.H. con el que ya mantenía contactos con anterioridad.
Para ello habría dispuesto de dos teléfonos con los que comunicar de forma exclusiva entre ambos (249 y 604) que Evaristo habría conseguido a nombre del mismo titular que el empleado por la víctima, hecho este reconocido por él mismo en declaración. Ambos números fueron abandonados en su uso el mismo día 17-04-18 en que tiene lugar la muerte.
Cronología
A partir de los estudios de movimientos y los contactos de los terminales empleados habitualmente por Ernesto Inocencio O. y sus interlocutores, fundamentalmente en los días correspondientes al robo del vehículo, al asesinato y posteriores, la ampliación de la hipótesis establecida se detalla de forma cronológica:
- ·Tras la toma de decisión por parte de Evaristo González de acabar con la vida de Pedro Carlos Machín, probablemente en Noviembre de 2017 (momento coincidente con los apuros económicos de la víctima), habría acudido a un tercero conocido por él para llevar a cabo la tarea, siendo esta persona Ernesto Inocencio O. H. Acordando con este una forma básica de comunicarse, mediante teléfonos de seguridad, los ya citados “249” y “604”.
- ·Estos se activaron en diferentes fechas del mes de Noviembre de 2017, de nuevo el mismo momento en que se tiene constancia de los problemas económicos de la víctima y de las primeras comunicaciones entre Ernesto y Evaristo a través de sus teléfonos habituales.
- ·Ernesto Inocencio O. se serviría de una persona de su confianza para colaborar con él en el crimen como es Julio David G.O., que utiliza habitualmente teléfonos de seguridad.
- ·Con objeto de obtener un vehículo para utilizar durante la comisión del asesinato que no pudiera ser directamente relacionado con él, Ernesto acudiría a J.J.M.C. Este a su vez habría solicitado la colaboración de, al menos, una persona identificado como su cuñado R.D.A.F.
- ·El 15-04-18, día en que tiene lugar la sustracción del Renault Clio, las comunicaciones entre Ernesto Inocencio y J.J. se incrementan, detectándose movimientos sospechosos de este en las inmediaciones donde tiene lugar el hecho. Igualmente aumentan los contactos entre este y su cuñado R.D.A., alrededor de las 23:40 horas, después de las imágenes registradas por las cámaras de seguridad instaladas en el parking al que acceden los supuestos autores para apropiarse del coche, que parecen recoger el momento del robo alrededor de las 22:40.
- ·Tras estos contactos, poco antes de las doce de la noche y directamente desde el lugar del robo, J.J. y R.D. se desplazaban hasta la localidad de Las Caletillas de Candelaria, para posteriormente regresar a la zona de Taco, donde residen.
- ·A las 07:18 horas del día siguiente 16-04-18 Josué Jonay contactaría telefónicamente con Ernesto Inocencio (nunca se han registrado contactos entre ellos tan temprano) y posteriormente sobre las 14:00 horas, tras registrarse posicionamientos de este último en la misma zona de Las Caletillas. Nunca más se detectaron entre ambos contactos efectivos, solamente intentos por parte de Ernesto Inocencio. Esto permitía deducir en base a la hipótesis establecida que Josué Jonay y Ramón David, tras sustraer el vehículo habrían bajado hasta la zona referida dónde habrían dejado el vehículo estacionado en algún lugar o a un tercero de lo que posteriormente informarían a Ernesto Inocencio para su recogida.
- ·El día de los hechos, el 17 de abril de 2018, Ernesto Inocencio habría acudido hasta La Laguna acompañado de Julio David, donde habría utilizado por última vez el terminal de seguridad (604) a las 12:49 para contactar con Evaristo (249). Tras regresar a su domicilio en Güimar, a las 19:43 apagaría su teléfono móvil habitual (115) (no lo había hecho nunca hasta ese momento permaneciendo apagado hasta la noche del día 20), “lo que apuntaría a que se trata de una medida de seguridad adoptada solo para la comisión del asesinato”, asevera el auto judicial.
- ·Esa misma noche, después de cometerse el crimen alrededor de las 22:10, Julio David G.O., efectuaría a partir de las 22:29:51 y de forma prácticamente consecutiva, ocho llamadas a un número de teléfono móvil y otras ocho a otro, desconociéndose por el momento el motivo, “sospechándose dada la hora y la evidente urgencia, que pudiera tratarse de algún tipo de solicitud de ayuda o asistencia”.
- ·La mañana del día siguiente, 18 de abril de 2017, se confirmaba el desplazamiento de Julio David desde La Laguna hasta la localidad de Arona, continuando apagado el terminal de Ernesto Inocencio, sin que recibiera ni siquiera intentos de llamada durante dos días (lo que permitiría deducir que sus contactos habituales tendrían conocimiento ese hecho).
- ·En fecha 20-04-18 a las 22:58:49 el terminal utilizado habitualmente por Ernesto Inocencio se conectaba nuevamente tras mas de tres días apagado, para volverlo a desconectar inmediatamente posicionando en Arona. El 21-04-18 volvería a conectarse a las 17:49:03 confirmando su posicionamiento en Arona (mismo lugar hasta el que se había desplazado Julio David y donde se encontraba igualmente a esa hora). Efectuaba en ese momento un frustrado intento de llamada al terminal de J.J.M., con el que no volvería a conectar, confirmándose además que a partir de este día J.J. dejaría de usar este teléfono como principal, manteniéndolo habitualmente apagado.
- ·A partir de ese día 21, el terminal de Ernesto Inocencio O. acabado en 115, que de nuevo muestra periodos de actividad en los que estaría encendido, registraría un escaso número de llamadas, ninguna con contenido, salvo las escuchas de mensajes del buzón de voz, siendo significativos los números desde los que se intentan comunicar con él sin resultado. Los correspondientes a su compañera sentimental, “y más llamativos aún”, enfatiza el auto, los que corresponden a una empleada en el domicilio de Evaristo González Reyes y a un vecino de Tacoronte, lugar de residencia de Evaristo y contacto telefónico de este a través de su número acabado en 975. “Esto permite deducir que ambas llamadas tendrían su origen en él, lo que puede interpretarse como un intento por conocer el modo en que se han desarrollado los hechos cometidos por Ernesto y su situación actual, confirmando la hipótesis inicial que le sitúa en el origen intelectual del crimen”, aseveran los investigadores.
- ·Una vez conectado nuevamente el terminal de Ernesto Inocencio tras cuatro días apagado, intentaba sin resultado contactar con J.J.M., sin resultado el día 21-04-18. Estos intentos continuaban realizándose desde Arona, pero en este caso a través del terminal de Julio David G.O., registrándose intentos de llamadas los días 22, 23 y 24 de Abril e igualmente en una ocasión desde el teléfono de H.O.S. el día 23. Nunca antes se habían registrado contactos entre unos y otro, “lo que hace pensar”, asevera el auto judicial, “que éstos se producen a instancias de Ernesto Inocencio o incluso utilizando él mismo el teléfono de Julio y Héctor, ya que J.J. no responde a las llamadas del terminal de Ernesto”. Se sospecha que estas llamadas irían destinadas a intentar explicar la situación a J.J. o incluso a amenazarle para que guardara silencio al respecto.
- ·En la noche del 04-05-18, diecisiete días después de los hechos, Ernesto Inocencio regresa de nuevo a su lugar de residencia habitual en Güimar, intentando contactar inmediatamente con su hijo, con el que habría permanecido en contacto a través del terminal de Julio David o de algún otro teléfono de seguridad.
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