Muchas veces, en el transcurso de las compras para la casa no reparamos en la fecha de vencimiento de los productos, pues asumimos que este periodo debe tener, al menos, un mes de vida útil. Sin embargo, muchas personas han experimentado la sorpresa de que adquirieron un producto caducado.
Los usuarios pueden ejercer sus derechos como consumidor y reclamar por ese alimento que no se encuentra en las mejores condiciones.
Todo sobre la caducidad: ¿quién lo decide?
En primer lugar, conviene aclarar que la fecha de caducidad es diferente que el consumo preferente. El primer término se refiere al momento (año o mes) hasta que consumir dicho alimento es seguro. La fecha se basa en las indicaciones del fabricante. Así, por ejemplo, hay alimentos que son perecederos y corren más riesgos de tener bacterias con el paso de los días. En este grupo tenemos carnes, pescados, entre otros.
Para contrarrestar ello —y si no vamos a comer estos productos el día estipulado, lo mejor es congelarlos. No obstante, ya una vez fuera del refrigerador lo mejor es consumirlos antes de las 24 horas.
La Organización de Consumidores y Usuarios indica que si los alimentos están caducados algunos días o semanas no ocurre nada malo. Sin embargo, esto ocurre siempre y cuando no tengan mal sabor. Esto suele suceder con los yogures, pastas, galletas o embutidos. Según GUIADESUPLEMENTOS, la conservación de los alimentos en el frío es fundamental para garantizar una menor pérdida de sus propiedades. En efecto, una legumbre puede perder hasta el 35 % de vitamina C a temperatura de ambiente, mientras que la pérdida de reduce al 10 % en el congelador.
El segundo punto tiene que ver con el consumo preferente. Esta leyenda indica el límite hasta que un producto conserva todas sus propiedades, ya sea su olor, sabor, textura, etc., con la máxima calidad. No hay un riesgo microbiológico como ocurre con el caso antes mencionado.
Cómo proceder si he comprado un alimento caducado
La ley establece que un supermercado o tienda no puede vender un producto caducado o pasado de fecha. Si lo hace, está incurriendo en un delito contra la salud pública. No obstante, si antes de prepararlo notamos que la fecha es equivocada, podemos interponer un reclamo.
Ante dicha situación, el vendedor está obligado a cambiar el alimento en mal estado por otro cuya fecha de caducidad no haya pasado, o bien devolver el dinero por dicha compra. Asimismo, no puede negarse a dar al consumidor el libro de reclamaciones para dejar constancia de lo sucedido.
Para elevar una denuncia a la tienda o al fabricante, el consumidor dispone de tres meses, que empiezan a contar desde el día en que llevó el producto a casa. Por otro lado, podemos interponer una queja ante la Oficina Municipal de Información al Consumidor si comprobamos que el local sigue con dicha práctica fraudulenta.
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