Carpeta de justicia

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Los del SMAC de Barcelona, han conseguido superarse a si mismos. En plena vorágine de la pandemia por el COVID-19, los profesionales, podíamos acceder para hacer las conciliaciones con la sola manifestación de que íbamos a una de ellas.

El acceso estaba restringido a las personas que estaban citadas, y si llegábamos antes de la hora nos teníamos que esperar en la calle. Hacía ya algún tiempo que no iba por allí. Pero esta semana he tenido que ir un par de veces. La sorpresa ha sido, que en esta ocasión ya no han confiado en mi palabra de profesional y me han obligado a exhibir la citación, aunque luego no han comprobado que yo fuese uno de los citados. Esto sí, han colgado un cartel en la puerta que advierte lo de que hay que exhibir obligatoriamente la citación, que es lo que convierte esta cuestión en ley de obligado cumplimiento. (El primer lugar de la jerarquía normativa en nuestra Administración, lo ocupa el cartel pegado con celo en la puerta de la dependencia).

La segunda vez que acudí al SMAC esta semana, llovía. Como no nos dejan entrar antes de la hora, tocaba buscar refugio en los voladizos de las fincas cercanas. Observé que en la Casa del Mar, que está justo enfrente del SMAC, hay un voladizo más bien generoso y pensé que sería el mejor lugar donde resguardarme. Y sin duda lo era, pero al instalarme en el lugar y darme la vuelta observo otro cartel pegado con celo: No se atiende sin cita previa. Había salido de fuego, para caer en las brasas.

Cuando, tras hacerme un lio con la mochila, el paraguas y la carpeta del expediente para poder exhibir la citación sujetándola con la boca, consigo entrar, me dirijo a la Sala de Conciliaciones donde hay otro cartel que prohíbe el acceso a la misma sin mascarilla. La obligación se sustenta, según reza el cartel, en una Resolución del Secretari General del Departament d’Empresa i Ocupació que adapta una Instrucción de la Secretaria d’Administració i Funció Pública que según parece ahora se dedican a la Prevención de Riesgos Laborales.

Obediente que es uno, se pone la mascarilla y al acceder a la Sala nos recibe la letrada conciliadora....,sin mascarilla.

En definitiva: Con la excusa de paliar los efectos de un virus que ahora mismo actúa ya casi como el de la gripe, se promueve la adquisición de pulmonías y otras enfermedades de las vias respiratorias, obligando a la gente a permanecer en la calle a pesar de la lluvia, lleven o no paraguas o chubasqueros. Se incrementan las exigencias de acceso al recinto exigiendo a los profesionales que mostremos las citaciones, para luego no comprobar si el portador de la citación realmente es el citado. Y luego, unos organismos a los que no se les conoce especial predicamento y conocimiento en materia de pandemias (y quien sabe si competencia), dictan Resoluciones que a su vez “adaptan” instrucciones de otros organismos aún más desconocidos para el pueblo llano, exigiendo a éste lo que luego no cumplen ni sus propios funcionarios.

Éste es el nivel.




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