La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado hoy a nueve meses de prisión y a dos años y medio de privación del derecho a conducir vehículos de motor a un hombre que circulaba bajo los efectos del cannabis por la autovía S-30 y colisionó con dos coches que se encontraban parados en el arcén.
El juicio estaba previsto que tuviera lugar hoy en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, pero la vista no se ha celebrado porque las acusaciones han alcanzado un acuerdo con la defensa del acusado al reconocer este los hechos.
La acusación particular ha expresado su intención de reservarse las acciones civiles, por lo que el tribunal no se ha pronunciado sobre las posibles indemnizaciones que podrían corresponder a las dos personas que resultaron afectadas.
Alcanzada la conformidad, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha dictado sentencia en los términos del acuerdo suscrito por las partes.
Según el relato de hechos del escrito de acusación, que se ha llevado a la sentencia, el 10 de enero de 2020, sobre las cuatro y media de la tarde, en la autovía S-30 se encontraba parado un vehículo que se había averiado y su conductora estaba en el exterior del mismo.
Detrás, permanecía parado otro vehículo que había acudido en su auxilio, cuyo conductor se encontraba revisando los bajos del coche averiado.
Así las cosas, el acusado, “encontrándose bajo la influencia de sustancias estupefacientes, en concreto cannabis”, conducía por la S-30 cuando “perdió el control del vehículo desviándose hacia la derecha”.
Entonces, “invadió el arcén y, tras llevarse por delante el triángulo de señalización de los vehículos que se encontraban allí parados, colisionó” contra el que se encontraba detrás del averiado “que, en su desplazamiento, arrolló a la peatón lanzándola al exterior de la calzada por encima de la valla de protección”.
En segundo lugar, “colisionó contra la parte trasera del vehículo averiado” y “continuó su trayecto por el arcén arrollando al hombre que en ese instante se incorporaba desde el suelo tras revisar los bajos” del coche averiado.
Por estos hechos, el acusado ha sido condenado como autor de dos delitos de lesiones por imprudencia grave en concurso con un delito contra la seguridad vial.
La pena impuesta es de cuatro meses y 16 días de prisión por cada uno de los dos delitos, y de dos años y medio de privación del derecho a conducir vehículos de motor, lo que comporta la pérdida del permiso de conducción.
No hay comentarios.