20 minutos. Una adolescente de 15 años ha conseguido demostrar los abusos sexuales a los que le sometía su abuelo desde los 11 años gracias a unas grabaciones con su teléfono móvil, según informa La Voz de Galicia.
La menor había grabado en el mes de agosto una serie de abusos, pero los borró por miedo a su abuelo y a su padre, con los que convivía. Posteriormente, volvió a grabarlos y se los mandó a su madre, que acudió a la Policía.
En su declaración, la menor explicó que los abusos empezaron con el abuelo pidiéndole que le besara y que fueron a más. Cuando el abuelo fue detenido a la jueza, al principio, le negó todo abuso, pero cuando vio las imágenes aseguró que la menor lo había coaccionado.
La niña había sido adoptada con tres años, pero la pareja se rompió y ella se quedó con el padre a vivir, porque se consideró que la madre no tenía medios económicos suficientes. Ahora la jueza le ha devuelto la custodia y se la ha retirado al padre, según informa el medio gallego.
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