Desde el 5 de julio las togas volvieron a ser obligatorias en los juzgados, después de que el Gobierno declarara la finalización de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la pandemia y el fin de las medidas extraordinarias adoptadas para combatirla. El uso de la toga en los juzgados se ha dispensado puntualmente, en alguna ocasión, por los efectos de las olas de calor veraniego.
La vuelta a la normalidad del protocolo judicial nos lleva a conocer algo más sobre la prenda que Jueces, Fiscales, Letrados de la Administración de Justicia y Abogados deben de usar en los juzgados. Para ello, hemo conversado con Marcelino Sánchez, Gerente de Lienza, la tienda de togas jurídicas online, con una experiencia que alcanza ya la cuarta generación de un negocio de sastrería reconvertido al mundo digital desde hace veinte años.
Lienza es un negocio de sastrería que, junto con otros negocios familiares, sirve además del sector jurídico a otros sectores como el de grandes clientes, uniformes de trabajo como la hostelería, la Guardia civil, Policía, Ejército, rent a car, etc..
Además, en el sector legal, no sólo confeccionan togas para los profesionales de la Justicia española, sino también para la abogacía francesa, cuyas togas tienen un estilismo diferenciado a las que se visten en nuestro país. Asimismo, la confección de togas abarca el mundo universitario.
Nos cuenta Marcelino Sánchez como se ha transformado la elaboración de las togas, ya son pocas las sastrerías que se dedican a la producción de este tipo de prendas y salvo en Barcelona o Madrid, han ido desapareciendo en las diferentes ciudades de España. Esto ha permitido que empresas como Lienza tengan una producción más industrial, “lo que permite tener unos precios más competitivos y adaptados a las necesidades y gustos de los abogados y abogadas”, comenta el Gerente de Lienza. “El cliente ha cambiado su forma de comprar e internet se ha convertido en una canal de referencia”.
Diferentes tipos de calidades y servicio competitivo
Como comentábamos, el negocio de la moda legal ha cambiado y a través de la oferta e internet “se ofrece un producto de calidad y un buen servicio de atención al cliente”, algo que, como nos comenta Marcelino Sánchez, es fundamental para que los clientes transmitan su experiencia a otros abogados, los que permite que “tengamos una buena reputación y trabajemos con los principales Colegios de España”.
La oferta de togas es amplia y permite al cliente adaptarse a diferentes precios que van desde los 79€ a los 230€ en función de la calidad y del servicio de personalización. “Dentro de un mismo tipo de prenda hay clientes que prefieren tener un tejido de calidad diferente. No es lo mismo un tejido de lana “Australia” que un poliéster viscoso. Togas que en las mejores calidades se irían a 600€ en una sastrería tradicional. Por ello, lo importante -resalta el Gerente de Lienza- es mantener la calidad que podría ofrecer cualquier otra empresa”.
“Los tejidos que se emplean son livianos y de poco peso, ya que la toga no es una prenda de abrigo, es una prenda que va sobrepuesta a la vestimenta del profesional, siendo así prendas muy ligeras. Una prenda que incorpore lana permite más fácilmente la transpirabilidad, la estabilidad de la arruga, siendo mucho más fresca, sobre todo en períodos de calor”, concluye Sánchez.
La toga se considera un símbolo de igualdad, ya que todos los abogados presentes en la sala de juicio visten de la misma manera, independientemente de su riqueza o estatus social. Por estas razones, se considera que el uso de la toga ayuda a mantener la imparcialidad y la objetividad en el juicio
Personalización de las togas
Dentro de las variantes que se ofrecen desde Lienza está la posibilidad de personalizar la toga incluyendo el escudo colegio de abogados. En Lienza cuentan prácticamente con los escudos de casi todos los Colegios de Abogados y de los diferentes cargos de los miembros de la Administración de Justicia.
También cuentan con un sistema de personalización con etiqueta impresa que va en el cuello, “es un sistema que se acopla mediante un elemento metálico decorativo y quedan muy bien y van como con una etiqueta en la toga , en la parte del cuello, donde aparece el nombre del usuario y va incluido en el precio. Es más, si quieren cambiarlo porque algunos abogados trasmiten la toga a sus hijos, se cambia la personalización” nos explica Marcelino Sánchez.
Existen otros complementos como pueden ser los vuelillos o las puñetas que distinguen a los Jueces; Fiscales y Letrados de la administración de Justicia, como otros ornamentos que se emplean en el mundo académico como son los birretes, las puñetas académicas o mucetas, además de otras prendas como corbatas, pajaritas o lazos de ceremonia.
Los efectos de la pandemia
Sentimos curiosidad por preguntas a Manuel Sánchez sobre el efecto que pudo tener la pandemia en el negocio. “La pandemia tuvo un efecto sorprendente. Tradicionalmente los Colegios ofrecían togas a sus colegiados que los abogados las compartían. Con la pandemia, los abogados preferían no compartir la toga, más ahora que los precios son más competitivos. Por lo que hemos tenido una mayor demanda. Es cierto que en los momentos más duros se notó, pero luego se produjo este efecto de querer tener su propia toga, lo que nos ha permitido tener un crecimiento importante”, concluye el Gerente de Lienza.
¿Cómo llevar correctamente una toga de abogado/a?
1. Asegurarse de que la toga esté limpia y planchada antes de usarla.
2. Poner la toga por encima de la ropa formal debajo, asegurándose de que la toga cubra completamente la ropa.
3. Ajustar el cuello de la toga alrededor del cuello y asegurándose de que quede cómodo.
4. Asegurarse de que la toga quede cerrada correctamente, con los botones o cierre delantero.
5. Colocar la toga de manera que la parte delantera caiga en una línea recta desde los hombros hasta el suelo.
6. Asegurarse de que las mangas de la toga estén dobladas correctamente y cubran las manos.
7. Llevar una camisa blanca, una corbata oscura y un par de zapatos negros.
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