- Los abogados tradicionales están acabados, no tenéis cultura de gestión- dicen unos.
- El abogado inmovilista y que ejerce por pura vocación está abocado al fracaso- dicen otros.
Pobre abogado que vive angustiado con los mensajes apocalípticos que cada día le alarman de los cambios incipientes en la profesión. Las publicaciones que lee le llevan a una ansiedad continua, ya no es suficiente con estudiar continuamente las reformas y la creación constante de nuevas normas, sino que también tiene que estar al tanto de los cambios en la forma de ejercer la abogacía y por si fuera poco debe actualizarse continuamente en el uso de los avances tecnológicos que de manera sigilosa se van implantando en el sector.
Los clientes exigen cada vez más por el precio de nuestros servicios. Se informan de nuestros recursos, herramientas, contactos, conocimientos y en definitiva, de nuestra profesionalidad. Del mismo modo que cuando acudimos a la consulta del dentista nos gusta ver los instrumentos más relucientes, nuestros clientes quieren lo mejor para satisfacer sus intereses legales. Porque si no lo hacemos nosotros lo hará el bufete de enfrente o el de la puerta de al lado.
Es muy probable que el cliente no conozca la existencia del software de gestión para despachos o los diferentes recursos informáticos, aplicaciones o programas que podemos usar, pero lo que sin duda ya no deja boquiabiertos a nuestros clientes es nuestra estantería repleta de antiguos códigos, manuales, carpetas o expedientes amontonados con un perfecto y desmedido orden caótico. Del mismo modo también es muy cierto que ningún programa informático, web o avance tecnológico podrá sustituir la finalidad última de nuestro buen hacer como abogados.
La clave de todo esto está en el tiempo. El tiempo que agota los plazos, el tiempo que nos consume como abogados, el tiempo que podemos gestionar usando herramientas que no se perfeccionan para sustituirnos, sino para facilitarnos el trabajo. Por eso es necesario beneficiarse de las oportunidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías y los avances que se implementan para que nuestra profesión se apoye en recursos que hasta ahora, por cuestiones formalistas se intentaron evadir.
Cada vez son más las ofertas que hay en el mercado y los accesos que nos facilitan los Colegios de Abogados para usar herramientas de este tipo, como pueden ser las Base de Datos, pero si vas a decantarte por la contratación de un servicio de información legal para tu despacho, debes tener en cuenta las siguientes características que han de ser indispensables a la hora de adquirir una suscripción:
Las búsquedas han de ser rápidas y eficaces. Los documentos además tienen que estar relacionados. Trabajar con un lenguaje natural es muy útil, algo así como utilizar un Google específico para abogados. Esta es una de las características más importantes a la hora de mejorar nuestros tiempos de trabajo.
En el momento en el que introducimos los términos de búsqueda en el propio buscador, éste nos tiene que devolver inmediatamente los mejores resultados de todas las colecciones (legislación, jurisprudencia, formularios, resoluciones, casos prácticos, temas) y también sugerencias predictivas relacionadas con la búsqueda.
Es fundamental poder acotar los resultados utilizando filtros en base a la palabra que se escriba (voces, orden, tribunal, fallo, ponente, año, tipo de sentencia). No puede faltar la jurisprudencia del TS, Audiencia Nacional, Audiencias Provinciales, TSJ y todas las de los Tribunales menores de Primera Instancia. Además han de estar las más relevantes por peso jurídico y las más recientes. De poco nos sirven 1.000 sentencias de 1996 si tenemos exactamente lo mismo en sentencias de 2016. Muchas veces premiamos la cantidad en vez de la calidad. Resulta muy importante que el software recuerde nuestras búsquedas de manera que nos relacione las que ya hemos realizado anteriormente. Algo así como cuando compramos productos en Amazon, en donde nos anuncian otro tipo de artículos relacionados.
Vigente y consolidada. Con un buen comparador de versiones y artículos de las leyes. Los artículos de cada ley han de estar vinculados a sentencias, formularios, casos prácticos, temas y otras disposiciones.
Consultas realizadas por un departamento de expertos y profesionales cualificados del sector, que incluye un análisis detallado con base jurídica.
Explicaciones amplias de conceptos a modo de manual que se apoyen y relacionen con su correspondiente índice sistemático, legislación aplicable, casos prácticos, jurisprudencia, formularios y doctrina administrativa. No se trata de la mal llamada doctrina de autor que la mayoría de bases de datos utilizan, pero que en realidad son artículos que puede escribir cualquier persona en un blog o en una página web, por mucha reputación que tengan dichos portales. Los temas han de ser de todas las materias y con modelos oficiales relacionados con los índices sistemáticos y los distintos tipos de contenidos.
- Resoluciones Administrativas
De la DGT, DGRN, Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, tribunales Económico-Administrativos Forales, etc.
- Posibilidad de contratación por materias
Si solo trabajo Mercantil, disponer de un precio específico solo por el acceso a dicha materia.
- Actualización y revisión constante
Todo el contenido ha de estar revisado, actualizado y consolidado.
- Asistencia mediante departamento de soporte y consultas varias
Una respuesta eficaz a cualquier ayuda que podamos necesitar relacionada con la utilización de la herramienta.
No solo nos han de hacer una buena oferta cuando decidimos irnos a la competencia.
- Facilidades de pago
- Integración con un programa de gestión de despachos (ERP, CRM)
Tener acceso a herramientas y software complementarios que se integren con la base de datos. Un gestor documental, correo electrónico implementado, gestión de iguales, tareas, facturación, informes, etc.