Es el primer día de juicios de la temporada que acaba de empezar. Cruzo el umbral de la sede de los Juzgados de lo Social. No hay prácticamente nadie, parece que la mayor parte de Juzgados aún no están celebrando vistas.
Subo a la oficina judicial. Allí si hay gente y mucha conocida: Los primeros apretones de manos, los primeros besos y abrazos… la alegría de verles por allí tan majos y majas como estaban cuando les vi la última vez. Raudo y veloz, me incorporo al corrillo y empiezan los comentarios de siempre: Que si yo vengo por el de las 10 y veinte, que me acaban de suspender el de las 9:45 horas… Yo iba por el de las 11:00 y luego por el de las 11:30 horas. Aprovecho un momento en que el mostrador está libre y voy a identificarme. Parece que no ha comparecido la demandante el juicio anterior y están intentando localizarla. Van pasando los minutos y tenemos que abortar el corrillo porque el Auxilio Judicial nos dice que SSª quiere hablar con los letrados (solo letrados) del juicio de las 11:00 horas. Huele a suspensión. Bajamos a la Sala, pero no nos abren la puerta. Están celebrando el juicio posterior al nuestro. El olfato no nos ha engañado: Seguro que se suspende. Terminan el juicio y nos hacen pasar. SSª nos dice que no hace falta que tomemos asiento en la Sala porque se tiene que suspender. El Juzgado tenía que oficiar al Registro Civil para averiguar quienes podían ser los herederos de un codemandado fallecido, pero se habían equivocado al poner el nombre del difunto y el Registro no pudo facilitar la información. Nos mandan otra vez a la oficina judicial para hacer el acta de suspensión. A mi me dicen que me quede por allí para celebrar el e las 11:30. Pido a una compañera que se ocupe de comprobar que me incluyen en el Acta y que les diga que cuando termine el juicio, subo a firmarla.
El de las 11:30 duró como una media hora aproximadamente. SSª da el visto para sentencia y subo a la oficina judicial a firmar. Están aún todos los compañeros allí, esperando que salga el Acta, asi que me añado a la espera. Nadie entiende la espera porque el Acta consistía en copiar la de la anterior suspensión y cambiar la fecha del señalamiento…Veo que una persona está esperando frente al mostrador vacío del Juzgado vecino. Parece que ya lleva un buen rato esperando sin que nadie le atienda. Una compañera le dice que si quiere que le atiendan, debe llamar por teléfono al Juzgado. Que el número está en el cartelito que tiene allí mismo. El hombre cuestiona y dice que para qué tiene que llamar por teléfono al Juzgado si ya está en el Juzgado. La compañera le explica que si no lo hace, nadie va a salir a atenderle. La expresión del usuario es indescriptible. Al final, llama y resulta que le contestan y todo. Otro compañero haciendo gala de una excelente forma física, se asoma por el mostrador de “nuestro” Juzgado y “pilla” a una funcionaria buscando una casa rural por internet. Algunos y algunas, empiezan a calentarse y se oyen los primeros improperios. Por fin ha salido una funcionaria a atender al señor del otro Juzgado.. y pinta que difícilmente le van a solucionar gran cosa.
Por fin tras unos 45 minutos de espera en total, sale el acta, afortunadamente sin errores, aunque se hace constar que el codemandado fallecido sigue sin comparecer. Vamos desfilando todas las partes y nos devuelven los carnets profesionales y de identidad a medida que vamos f irmando por el riguroso orden que ha establecido la funcionaria. Con otras compañeras, cogemos el ascensor y bajamos a la planta cero. Dejamos la toga en la Sala habilitada para ello y abandonamos la sede judicial tras comprobar que todo sigue como antes. Todo está en orden. Empezamos la nueva temporada con la “normalidad” de siempre.
