La Medalla número 27 de Académicos de Número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada, de nueva creación, ya ha sido ocupada por su primera titular. Se trata de la catedrática de Derecho Administrativo de la Universidad de Granada Mª Asunción Torres López, que fue recibida ayer por la Corporación tras su nombramiento por el Pleno a propuesta de los académicos de número Lorenzo del Río Fernández, María del Carmen Senés Motilla y Diego Javier Liñán Nogueras.
El acto, que se enmarcó dentro de la ceremonia de clausura del año académico 2023/2024, fue introducido por el presidente de la RAJYL, Rafael López Cantal, y una vez leídos los acuerdos relativos al nombramiento de la recipiendaria por el secretario, José María Rosales de Angulo, Torres López juró el cargo tras recorrer el pasillo del Salón de Actos acompañada por las académicas numerarias Ana Tárrago Ruiz y Rosario Jiménez Rubio. “Es un honor”, aseguró la nueva integrante de la nómina de la RAJYL, que aceptó la propuesta de la Corporación “con conocimiento de causa”, una vez profundizó en los fines de una institución que ya conocía gracias al codirector de su tesis doctoral, el que fuera catedrático y académico Eduardo Roca Roca.
Para la ocasión, la doctora en Derecho pronunció un discurso especialmente pensado para los “cuidadores del Derecho” presentes en el acto que versó sobre el Estado del Derecho, “sustrato, sustancia y el propio ser de la formación en Derecho”. Aunque es una fuerza viva, explicó, que evoluciona en paralelo a los cambios sociales de cada época, debe hacerlo dentro de los valores constitucionales. De ahí que su exposición advirtiera sobre los síntomas actuales de quebrantamiento del Estado de Derecho.
En este sentido, la nueva académica se refirió a la arbitrariedad del poder legislativo, con la Ley de Amnistía como máximo exponente -“disfraz de un claro interés particular”, la calificó-, y la vulneración del Estado de Derecho que supone que los poderes públicos se amparen en el propio ordenamiento para usar el poder con fines distintos para los que les fue otorgado. También alertó sobre el abuso de las figuras de las leyes singulares o los decretos legislativos. “El uso racional se ha convertido en un mal uso del Derecho”, aseveró, resaltando la inseguridad jurídica y el peligro que ello supone para la calidad democrática de un país.
La independencia judicial fue otro de los “daños” que está sufriendo el Estado de Derecho, abogando la investigadora por defender un sistema de elección libre y bajo criterios objetivos de los representantes de los órganos judiciales. Asimismo, la cuarta revolución industrial que representan las nuevas tecnologías también “pone en alerta a todos los estados por las posibles lesiones a los derechos fundamentales”, comentó, resaltando la necesidad de implantar mecanismos de control por el Estado que impidan que “la ley ceda ante el contrato”.
En definitiva, Torres López concluyó que el Estado de Derecho “padece hipertensión arterial sistémica, un trastorno crónico y prácticamente asintomático, que lesiona los órganos vitales si no se detecta a tiempo”. Un diagnóstico en el que cabe la esperanza: una nueva configuración del Estado de Derecho como garante y regulador bajo imperio de la ley y el equilibrio entre libertad e igualdad, desveló la catedrática en su discurso, titulado precisamente ‘El Estado de Derecho. Muerte y Resurrección’.
Por su parte, el académico numerario Andrés Ollero Tassara, catedrático de Filosofía del Derecho, contestó a la “brillante” exposición de Torres López y, dado el interés despertado entre los juristas asistentes a la ceremonia, el ex magistrado del Tribunal Constitucional presagió grandes aportaciones de la nueva académica de la Corporación. “Ha sido un discurso magistral, profundo y arraigado en las raíces del Derecho, pero en contacto con la realidad social”, apostilló López Cantal, antes de proceder a clausurar el acto y el curso académico de la RAJYL.
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