“Aunque no se hable de ello, las estadísticas están ahí. Un 83,5 % de los abogados en nuestro país sufre estrés, según el Estudio sobre la salud de la abogacía española de 2019”, ha afirmado Fernández. Entre sus principales causas, están la excesiva dilación en la resolución de casos o los problemas en la organización del despacho.
Sin embargo, hay una resistencia en el sector a solicitar ayuda psicológica, ha dicho. “Existe una necesidad de proyectar fortaleza y determinación en la ejecución de la labor del abogado”.
“Esta profesión es altamente exigente a nivel profesional y personal que tienen como consecuencia un desgaste permanente”, ha agregado. Y ha alentado a visibilizarlo y a que se tomen medidas. “Es necesaria una abogacía con bienestar emocional tanto para los profesionales que la ejercen como para la sociedad que se beneficia de su labor”.
Por ello, el experto ha dado unas claves para afrontar el estrés. “Hay que ser conscientes de nuestro estado actual de salud y discernir cuándo es necesario mantener el ritmo o hacer una parada para tomar respiro”.
Junto a esto, ha añadido, es esencial relativizar el perfeccionismo, rodearse de un equipo en el que se pueda confiar y “dejar ir los problemas pequeños”.
Y ha recomendado también priorizar las tareas a realizar, evitar trabajo innecesario, aprender a delegar y realizar medidas preventivas basadas en hábitos de vida saludables.
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