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  • “Creo que tenemos que ser más proactivos. No podemos esperar en el CGAE a que salga la ley para discutir con el Gobierno y partidos políticos.  Tenemos que tener la influencia suficiente sobre la administración para que la ley salga como quiere la abogacía”
  • "Crearemos una Comisión de Presidentes de Consejos Autonómicos que sirva como canal informativo entre los Colegios y la propia Comisión y de ésta a la Permanente. Es fundamental que todos los Colegios sepan cuando va a tener una Permanente para que hagan sus propuestas y las defiendan“

Nuestro interlocutor coincide con nosotros en que estamos ante la campaña electoral a la presidencia del CGAE más reñida de los últimos tiempos. “Creo que soy el único que se ha manifestado en contra de esta fecha del 14 de enero, en el propio Pleno.  Las anteriores fueron también en  otras fechas similares“, comenta Marcos, decano del Colegio de Abogados de Jerez y otro de los candidatos al sillón que dejará en unos días vacío Carlos Carnicer, tras catorce años presidiendo el CGAE . 

Desde una web que ha habilitado con su nombre podemos ver su programa electoral. “Es fundamental dotar a las instituciones del Consejo, como el Pleno y las Comisiones de mayor operatividad, al mismo tiempo que propiciar debates en el seno de la entidad. Muchos de los temas que llegan al Pleno ya están aprobados por la Permanente y poco se puede comentar”; indica este abogado jerezano, quien fue el primero que salió para presentar la candidatura en estos comicios de dentro de unos días.  

A su juicio que el propio Carnicer se mojara, como se dice vulgarmente por uno de los candidatos, respaldando a Victoria Ortega, actual secretaria general de la entidad, “fue algo inapropiado que no tenía que haber hecho el presidente”, subraya.  A su juicio, “El presidente del CGAE debe seguir las líneas que le marca el Pleno y oír a la Comisión Interterritorial, de nueva creación para que cualquier decano pueda presentar sus propuestas en la Permanente”; afirma.

Su perfil

“Ya me lo decía mi padre cuando era joven. Si quieres que algo cambie, tienes que mojarte en ese asunto. Llevo cinco años de consejero en el Pleno del CGAE, creo que muy activo. Y en la propia web de mi campaña electoral hago un análisis de las fortalezas de la institución y sus puntos débiles.

En estos cinco años he vivido un Pleno en el que ha habido poca transparencia y escaso flujo de información para todos los Consejeros de la Presidencia y de la Comisión Permanente. Son comentarios que se han ido comentando en los pasillos de los Plenos y al final te das cuenta que si quieres que esto cambie, debes hacerlo tú.

En este último periodo ha habido muy poco debate. Las cuestiones más importantes han venido muy “cocinadas”, sin posibilidad de opinar o añadir sugerencias. Este último mandato de Carnicer ha sido muy presidencialista, lo que me llama la atención es que hay otros tres candidatos que también se presentan, con programas muy parecidos al mío. Había que preguntarles por qué no han podido cambiar nada desde dentro.”

¿Qué rasgos o cualidades debería tener el nuevo presidente del CGAE?

Debe ser un profesional con escasa notoriedad personal y más espíritu de entrega y sacrificio. Otra cualidad debe ser su capacidad de generar consensos, tanto a nivel del Pleno como con el resto de los operadores jurídicos. El presidente no debe estar encerrado en su despacho de Madrid sino operativo, allá donde exista un problema y ayudar a crear una conciencia de profesión entre el amplio colectivo de letrados de nuestro país.

La fortaleza del CGAE estará en si los más de 200.000 abogados sienten que hay unos Consejos Autonómicos que los representan y un presidente que está al  pie del cañón. De esta forma, las propias administraciones del Estado le tendrán en cuenta y podrá hacer la labor de lobby que todos esperamos de esta entidad.  Es esencial que el CGAE trabaje en propuestas legislativas más que en aportar enmiendas que poco se logra con ellas.

¿Qué aspectos habría que modificar del CGAE, una institución de las más importantes de la abogacía?

Eso es cierto. Su peso específico es importante como organismo de coordinación de los 83 Colegios de Abogados y de representación de la profesión. Creo que su conocimiento de lo que se hace es aún escaso. Entiendo que las deliberaciones son secretas, así lo juramos cuando tomamos posesión de nuestro cargo,  pero sí se podría dar mayor publicidad a los acuerdos que allí se lleven a cabo.

Apuesto más por una abogacía de acción que de reacción. Ahora mismo el CGAE llega tarde a presentar propuestas a las leyes que se aprueban. Lo hemos visto en la última legislatura. El Consejo debe cambiar de talante e impulsar una política de lobby desde la acción.

¿Este planteamiento va a suponer cambios internos visibles que se verán a corto y medio plazo?

Lo digo en mi web de campaña: la necesidad de crear una Comisión de Presidentes de Consejos Autonómicos que sirva como canal informativo entre los Colegios y la propia Comisión y de ésta a la Permanente.

Es fundamental que todos los Colegios sepan cuando va a tener una Permanente. A través de la nueva Comisión podrán hacer propuestas para esas reuniones y que se debatan en la propia Permanente. La idea que el propio decano que tenga una idea la pueda defender personalmente.

Junto a la Permanente, el Pleno debe ser un órgano de debate donde las propuestas que se estudien vayan con toda la información para ser analizadas con calma. En el caso de los Presupuestos debe ir desglosado con todas las partidas, para que el Consejero tenga conocimiento de todo. No puede ser que estemos pidiendo esa información para enterarnos de lo que está pasando.

Respecto al sistema de elección del presidente, algunos juristas lo tachan de poco democrático al dejar fuera a los abogados de a pie ¿Qué opina usted?

No estoy de acuerdo con este planteamiento. Hablar que es antidemocrático este sistema de elección del presidente no tiene sentido. Son los 83 decanos, elegidos por sus respectivos colegiados los que eligen con su voto al presidente. No tiene sentido ampliar a los abogados porque entonces confundiríamos las cosas.

El sistema es bueno, ahora cuando entre en vigor el nuevo Estatuto General de la Abogacía se limitará a dos mandatos de cuatro años la permanencia del presidente en ese puesto. Creo que no es bueno que se eternicen las personas en los cargos. En mi caso, ya he dicho que será éste mi último mandato como decano de Jerez.  Todo el mundo puede aportar mucho a esta profesión nuestra.

Sobre la figura del Consejero no Decano, ¿Qué papel debería jugar realmente en los Plenos?

Creo que ahora tienen mucho poder. Encabezan Comisiones y están presentes en la Secretaria y Tesorería de la entidad. Sin discutir el trabajo que hacen entiendo que este tipo de cargos de representatividad en Comisiones y otros organismos del CGAE deberían estar reservados a los propios decanos que acuden al Pleno.

Desde mi punto de vista, a esta figura del Consejero habría que darle una vuelta. Ahora son muchas veces exdecanos, pero creo que profesionales de la talla de Antonio Garrigues o Miquel Roca,  por ponerle un ejemplo podrían hacer este papel. Este puesto tiene que ser para profesionales independientes que no estén ligados a ningún Colegio al que puedan dar más poder con su presencia.

A día de hoy, ¿los 83 Colegios de Abogados que existen pueden mantenerse en el futuro, con cierta lógica?

Creo que el mapa actual está bien organizado. En el caso de Jerez es el octavo Colegio que se puso en marcha en España, el primero en relación con un partido judicial y una población de unos 215.000 habitantes. La entidad realiza una gran labor y no cuesta un duro a la propia administración del Estado.  Somos una entidad de servicios, con 450 colegiados ejercientes y cerca de la mitad acuden a nuestros programas formativos.

En los trece años que llevo vinculado al Colegio, cinco como decano, creo que hemos ubicado mejor al Colegio en el seno de su sociedad. De hecho, de forma paralela al Turno de Oficio hemos desarrollado otro Pro bono con entidades como Cáritas o Proyecto Hombre entre otras, por citarle solo algunas con las que colaboramos.

Hoy por hoy, las entidades colegiales son imprescindibles. Damos también amparo al abogado en muchas cuestiones, porque el ciudadano no entiende en muchas ocasiones que su letrado pierda un pleito.

Hablaba antes del consenso, como actividad que debería fomentar el futuro presidente del CGAE ¿En estos momentos hay consenso en el interior del Consejo, o hay que trabajarlo?

Una de las cosas que hizo muy bien Carlos Carnicer fue lograr el consenso en el Consejo pese a que existen diferentes sensibilidades que pueda tener cada entidad colegial.  Eso hace que el presidente deba tener esa mano izquierda que ayude a generar solidaridad en la propia coordinación de todos los colegios.  Por eso es importante el talante y la capacidad que tenga el nuevo presidente en este tipo de asuntos.

En esta relación, el sistema actual de ponderación de votos, que ya está introducido en los nuevos Estatutos Generales de la Abogacía, ¿es el adecuado, realmente?

Creemos que sí. En ese nuevo Estatuto que usted indica se habla de la ponderación de voto en cuestiones como presupuestos y modificaciones estatutarias. En el resto de decisiones, normalmente de acuerdo diarios, no se mira esta ponderación.  Particularmente creo que la ponderación es necesaria en determinados asuntos.

A nivel externo, con nueva legislatura y posiblemente nuevo Gobierno ¿Qué aspectos le preocupan a la abogacía en estos momentos?

Hay cuestiones que nos preocupan. El reto tecnológico donde el CGAE está haciendo un papel clave para que los Colegios estemos al día.  Es un desafío continuado y gracias al impuso de ITCGAE y a la aportación económica de varios colegios, el resto podemos emplear esta tecnología gracias a la solidaridad intercolegial.

Respecto a la nueva Ley de Servicios y Colegios Profesionales, creo que tenemos que ser más proactivos. No podemos esperar a que salga la ley para discutir con el Gobierno y partidos políticos.  Tenemos que tener la influencia suficiente sobre la administración para que la ley salga como quiere la abogacía.  Igual pasa con el Turno de Oficio, debemos tener capacidad de generar una nueva Ley de Justicia Gratuita, más de acorde a nuestros intereses

Sobre el Pacto por la Justicia que todas las instituciones anhelan, el papel de la abogacía debe ser clave en su configuración y liderazgo. Hay que darse cuenta que los abogados defendemos los derechos fundamentales de los ciudadanos. Sin abogado no puede haber Justicia en ningún Estado de Derecho.  La abogacía debe tener en la justicia el lugar que le corresponde.




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