La presidenta de la Abogacía, Victoria Ortega instó este martes, en la X Cumbre de Mujeres Juristas, a “redoblar los esfuerzos” para “acelerar el camino” y alcanzar lo antes posible la igualdad real, que no ha de ser un deseo de futuro, señaló, sino una “exigencia democrática”.

“Vamos despacio, como si nos diera un poco de miedo en ocasiones”, lamentó Ortega en la clausura de esta Cumbre organizada por el Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM).” La igualdad, como derecho que es, no es coyuntura; es estructura. Hemos de normalizar estructuralmente la igualdad en cada uno de los sistemas de funcionamiento, para lo que es imprescindible un esfuerzo compartido”, añadió.

En este encuentro de dos días se puso de manifestó que a, pesar de los avances logrados en los últimos años, la igualdad solo será efectiva cuando hombres y mujeres asuman las mismas responsabilidades y obligaciones, de manera que la maternidad, la creación de una familia o el cuidado de mayores y dependientes no supongan un freno en las carreras profesionales de las mujeres.

“La corresponsabilidad es la revolución pendiente”, afirmó Meritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados, tras denunciar la brecha salarial y la presencia minoritaria de mujeres en las cúpulas judiciales.

En una mesa redonda sobre el papel de la abogacía institucional impulsando la igualdad, se puso de relieve la imperiosa necesidad de reformas legislativas para garantizar el derecho a conciliar de los profesionales de la abogacía.

“Me niego a pedir favores para que me suspendan un juicio o un plazo. Es un derecho, y para que este derecho esté reconocido tiene que haber reformas legislativas”, afirmó Marga Cerro, decana del Colegio de Talavera y presidenta de la Comisión de Igualdad del Consejo de la Abogacía.

“Seguimos esperando que un proyecto de ley recoja lo que la legislación laboral contempla desde hace tiempo. Si la Ley de Eficiencia Procesal sale de una vez se reconocerá la paternidad, maternidad, enfermedad del abogado… y las Navidades inhábiles, que todavía no sabemos cómo vamos a poder disfrutarlas este año”, añadió.

Jesús Sánchez, decano de Barcelona, relató los “casos kafkianos” de dos abogados en Barcelona, que se habían visto obligados a acudir una vista porque no se las suspendieron a pesar de estar de baja por embarazo de riesgo, en un caso, o recibiendo quimioterapia, en otro. “Nos piden que nos sustituya un compañero, pero la relación abogado-cliente es sagrada, el cliente quiere que le asista su abogado de confianza”, afirmó.

A pesar de todo, tanto Ortega como Batet se mostraron optimistas. “Queda camino por recorrer pero tengo esperanza. Pese a los obstáculos y retrocesos sé que lo vamos a conseguir porque el feminismo es sinónimo de libertad y justicia”, dijo Batet. “A las niñas de hoy les vamos a dejar un mundo más igualitario”, aseguró Ortega.