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Acto de gala en la Real Academia de Jurisprudencia para honrar homenaje a tres de nuestros más ilustres laboralistas, Miguel Rodríguez-Piñero, consejero de Estado y expresidente del Tribunal Constitucional, Juan Antonio Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados y alma máter del Estatuto de los Trabajadores y Luis Enrique de la Villa, ex rector de la autónoma y UDIMA y hoy of counsel en Roca Junyent.

Todos ellos grandes amigos, octogenarios e impulsores del derecho del trabajo en la década de los cincuenta como jurisdicción similar a otras que ya existían: civil, mercantil o penal. Pudimos conocerles mejor y también saber qué opinan de la actual reforma laboral y sus efectos, así como de cómo reactivar el mercado de trabajo donde el 95 por cien de los trabajos son temporales. 

Los tres juristas coincidieron en que la reforma laboral no ha logrado los efectos que se buscaban “crear empleo estable, por diferentes motivos “y que la temporalidad era un hecho importante, pese a que la ley señala lo contrario a nivel de contratación. Y señalaron al nuevo Gobierno que salga de los pactos que es muy complicado desmantelar una reforma laboral que tiene más de doscientas normas incardinadas.

El mundo laboralista rindió homenaje a tres de sus más reconocidos profesionales.  Rodríguez-Piñero, Sagardoy y De la Villa han marcado una forma de hacer el derecho del trabajo en los últimos treinta años. Entre los asistentes a esta conferencia que se repartieron estos juristas estaban junto a Encarnación Roca, magistrada del Tribunal Constitucional,  Federico Durán, socio de laboral de Garrigues, Ignacio García-Perrote, socio director de laboral de Uría Menéndez, Salvador del Rey, socio director área laboral de Cuatrecasas. Goncalves y Pereira, Martin Godino e Iñigo Sagardoy, director general y presidente de Sagardoy Abogados y otros expertos como Bernardo Cremades y Santiago Martínez-Lage, así como familiares y compañeros de los bufetes de los ponentes, quienes escucharon con detalle las opiniones de estos laboralistas, siempre certeras de lo que es la situación actual y cómo podemos mejorar nuestro mercado de trabajo.

El Derecho del Trabajo se ha transformado

Después de una primera parte de la conferencia donde los tres profesionales hablaron de su relación entre ellos y de cómo habían colaborado en diferentes actividades, el evento entró en su parte más importante. Los conferenciantes tuvieron la oportunidad de dar su opinión sobre la reforma laboral actual, su futuro y de cómo activar el mercado de empleo, repleto de contratos temporales. Para Juan Antonio Sagardoy, cualquier reforma debe buscar el equilibrio entre los intereses de los trabajadores y del propio empresario “La reforma del 2012 era necesaria y se hizo con una gran mayoría parlamentaria, sin embargo, no se ha logrado empleo de calidad. En este país se cuida poco al empresario, que es el que crea empleo y hay una tendencia social a no valorar lo que hacen nuestros empresarios”, subrayó. A su juicio, es el momento de aligerar nuestra burocracia para que se puedan crear empresas de forma más rápida y sostenida. “El Derecho del Trabajo no ha desaparecido, se ha transformado por los tiempos que hemos vivido”; señaló.

Por su parte, Luis Enrique de la Villa, recordó que hay tres tipos de reformas las ideológicas, políticas y técnicas “lo que habría que saber es si esta reforma laboral del 2012 es ideológica, se quiere que sea irreversible o técnica, se pone en marcha en un momento clave del país por unas circunstancias”. Y recordó la complejidad que es derogar la totalidad de la reforma laboral porque hay 200 disposiciones legales que la construyen “Esta vuelta atrás sería perjudicial y casi imposible, sin embargo, sí habrá que hacer cambios sobre todo en lo relacionado con las personas dependientes, las más despedidas por la crisis y ver la fórmula de buscar consenso para mejorar las relaciones laborales en las mesas tripartitas que hasta hace unos años funcionaba bien”. Desde su punto de vista, el poder debe legislar pero teniendo en cuenta la actividad de los interlocutores sociales. “Otro elemento que hay que considerar es la relación de España con la UE y qué tipo de reformas nos pedirán de nuevo”; recordó.

No se ha creado empleo estable

En su intervención Miguel Rodríguez-Piñero recordó que estaba muy atento a lo que señalaban los medios informativos sobre la reforma laboral “Hay más y peor empleo, es la conclusión que extraigo de lo que leo en la prensa. Tendremos que analizar qué es lo que ha fallado y si podemos buscar cambios para romper la temporalidad existente”. Y apuntó el dato que el 95 por ciento de los contratos son temporales “hasta ahora el empresario ve el despido como única fórmula de flexibilidad laboral que tiene cerca. Las reformas que se han hecho desde 1984, todas tenían muy buenas intenciones pero pocos resultados válidos se han logrado”; recordó.  Desde su punto de vista no cree que se vuelva a hacer otra reforma de calado tan profunda como la del 2012 aunque si habrá que hacer retoques para que se genere el empleo estable que todos los expertos demandan “siempre que ha habido un marco estable de relaciones laborales con diálogo y consenso ha ayudado mucho a mejorar el mercado de trabajo. Es el momento de apostar por él”; insistió.

Precarización del mercado laboral

La otra cuestión que abordaron los ilustres juristas laboralistas fue la del mercado de trabajo, ésta con más espíritu de síntesis. Rodríguez-Piñero recordó que la OIT, Organización Internacional del Trabajo era partidaria de desincentivar las prácticas temporales, extendidas en países como el nuestro. “ Se trata sobre todo que el contrato temporal no sea negocio para que el haga y que las extinciones de temporal e indefinido sean parecidas”, insistió.  Para Sagardoy, la situación es complicada “por determinadas razones el empresario tiene miedo al empleo fijo. Es caro y complicada su extinción.  Al mismo tiempo, nuestro sistema productivo actual genera disfunciones graves. Esto es lo que hace que tengamos el doble de paro que en Europa”. Por su parte De la Villa recordó que “el año pasado se han hecho 18 millones de contratos laborales, más que la población activa de nuestro país. Muy posiblemente muchos de ellos se hicieron fraudulentamente”, denunció. Para el ponente, es fundamental que se cumpla la ley “ley que señala la contratación indefinida y que se redoblen los esfuerzos de inspección para evitar el fraude con sanciones ejemplares”.




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