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imagen: la voz de la frontera

Como si fuera de una secuela de Philadelphia, la película protagonizada por por Tom Hanks y Denzel Washington que narra la historia de un abogado que es despedido por tener SIDA, nos llega esta noticia del otro lado del Atlántico que recoge en su versión digital el periódico La Voz de la Frontera.

En esta ocasión el protagonista es Armando Ocampo, un abogado mexicano con 12 años de experiencia y a punto de convertirse en socio capitalista del despacho en el que prestaba sus servicios profesionales.  Armando Camacho fue discriminado y obligado a renunciar del despacho internacional Chevez, Ruiz, Zamarripa y Cía por su orientación sexual.

El bufete internacional de abogados con sede en la Ciudad de México le informó a Armando Ocampo que debía renunciar “por temas personales de cada quien”, es decir, por su orientación sexual y no por falta de resultados.

“A partir de 2014, en mi cuarto año como asociado, dejé de cuidar en público y en redes sociales que mi preferencia sexual era de homosexual, por lo que miembros del staff en general, así como otros asociados sabían de esta situación. En 2015, en mi quinto año como asociado calificaba para poder ser nombrado socio en el despacho, sujeto a que cumpliera con mis requerimientos técnicos, de desempeño profesional, facturación y cobranza, lo que cumplí a cabalidad”, contó Armando Ocampo

En 2015, el quinto año en su puesto como asociado, el abogado sabía que el siguiente paso sería convertirse en socio de Chevez, Ruiz, Zamarripa y Cia. Ese año también anunció su compromiso a familiares y amigos, se casaría con el hombre del que estaba enamorado. Todo parecía perfecto hasta que los socios lo mandaron a llamar.

En noviembre de 2015, Manuel Gerardo Sáez Dorantes, socio y director de área legal, y Rodrigo Vázquez García, socio de administración, le dijeron a Armando Ocampo que no fue promovido y le pidieron su renuncia.

“Dos socios del despacho me comunicaron que no era promovido a la sociedad y me invitaban inmediatamente a salir de la firma. Solicité una explicación objetiva, no fueron claros y aludieron a temas de ‘visión corporativa’ y ya ni hablar de ‘temas personales de cada quien, con lo que en forma disfrazada se dejaba en claro que la salida era en atención a mi orientación sexual, pero reconocieron que había cumplido satisfactoriamente con todos los requerimientos técnicos, de capacidad como abogado, de liderazgo y atención a clientes”, relató.

Armando Ocampo inició una queja por discriminación en julio de 2016 ante el Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (CONAPRED), la cual se encuentra pendiente de estudio, y dos demandas civiles por daño moral e indebida exclusión derivado de los actos ilícitos cometidos por el despacho Chevez, Ruiz, Zamarripa y Cía.




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