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Cada día, son miles las personas que buscan alquilar un piso o firman contratos de arrendamiento para comenzar una nueva vida. Vivir como inquilino, aunque esto suponga no ser el propietario de la vivienda, otorga al habitante una serie de derechos y obligaciones convenientes de conocer. Todos ellos aparecen establecidos en la Ley de Arrendamientos Urbanos y dejan resueltas dudas como, por ejemplo, quién debe afrontar las reparaciones del hogar o cómo tiene que ser la intimidad de quien paga la renta.

Desde reclamador.es vamos a contarte cuáles son las ventajas de las que puedes disfrutar como inquilino, así como las responsabilidades que conlleva serlo. ¡Toma nota!

 

5 derechos que tienes como inquilino

Es muy importante que los conozcas para poder defenderlos de manera adecuada. Estos son 5 derechos del inquilino:

Derecho a negociar con el propietario la renta del alquiler y la duración del contrato.

Con la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos, aunque firmes un contrato de alquiler de un año, puedes darlo por terminado a los seis meses de la firma. Eso sí, siempre que se lo comuniques a tu arrendador con una antelación mínima de 30 días. Además, si lo deseas, tu contrato de arrendamiento podrá prorrogarse anualmente tres años, salvo que el casero (o sus familiares en primer grado por consanguinidad o cónyuge) la necesite para vivir en ella permanentemente.

Derecho de adquisición preferente de la vivienda.

Esto quiere decir que tendrás preferencia a la hora de comprar la vivienda si el arrendador decide ponerla en venta. Eso sí, es interesante saber que existe la opción de acordar en el contrato de alquiler la exclusión de esta norma.

Derecho a pedir al arrendador las reparaciones necesarias para la conservación de la vivienda.

Como inquilino, también tendrás derecho a pedirle a tu casero que repare todo aquello que sea necesario para que la vivienda se conserve en condiciones óptimas de habitabilidad. Pero, ¡ojo! El propietario no se hará cargo de deterioros derivados del uso diario que hagas en tu vivienda. Tampoco de roturas provocadas por mal uso.

Derecho a denunciar al casero si entra a la vivienda sin permiso.

¡Que no se te olvide! Una vez iniciada la relación de alquiler, tu casero no podrá entrar en la vivienda arrendada sin permiso. De ser así, tendrás derecho a denunciarlo por violar tu privacidad.

Derecho a recuperar la fianza al abandonar la vivienda.

Por último, es conveniente que sepas que tienes derecho a recuperar la fianza depositada al comenzar el contrato de alquiler. Siempre y cuando dejes la casa en buenas condiciones y no queden pagos pendientes. 

infografía que explica los derechos y obligaciones de un inquilino

Principales derechos y obligaciones del inquilino de una vivienda

5 obligaciones que tienes como inquilino

No hay derechos sin obligaciones. Por ello, junto a esas ventajas que tienes como inquilino, tendrás que cumplir con una serie de deberes:

Abonar una fianza al comenzar la relación de alquiler.

Antes de comenzar a vivir en tu nueva casa, tendrás que realizar el pago de una fianza. El importe a pagar será el mismo que el de una mensualidad de la renta de alquiler.

Pagar mensualmente la renta del alquiler.

Como inquilino, tendrás que cumplir mensualmente con la renta del alquiler establecido en el contrato de arrendamiento. El pago deberá efectuarse (salvo pacto en contrario) durante los primeros siete días del mes, como norma general. Siempre en el lugar y por el procedimiento acordado por ambas partes. Normalmente, los pagos del alquiler se realizan por transferencia bancaria.

Dejar la vivienda en las mismas condiciones.

Como inquilino, tendrás la obligación de dejar la vivienda en las mismas condiciones que tenía cuando entraste a vivir en ella. De lo contrario, podrías perder la fianza abonada.

Informar sobre la realización de reparaciones necesarias.

Otra de tus obligaciones como inquilino será la de comunicar al casero la realización de las reparaciones que sean oportunas para conservar la habitabilidad de la vivienda. A este deber va ligado el de permitir la entrada a la vivienda al propietario y al personal que sea necesario para la realización de dichas reformas.

No realizar obras ni actividades peligrosas.

Por último, es conveniente que sepas que como inquilino no podrás realizar obras que provoquen inestabilidad o seguridad de la vivienda. De igual manera, no podrás llevar a cabo actividades molestas, ilegales, nocivas o peligrosas.




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